Jue. 28 Noviembre 2024 Actualizado 12:02 pm

VI Cumbre del Mar Caspio_Grigory Sysoyev, Sputnik, Kremlin Pool Photo via AP.png

Los presidentes de los presidentes de Irán, Kazajstán, Turkmenistán, Azerbaiyán y Rusia participan de la VI Cumbre del Mar Caspio en Asjabad, capital turkmena (Foto: Grigory Sysoyev / Sputnik)
Con el Mar Caspio de fondo

El auge de nuevos corredores comerciales en el seno de los BRICS

En el inicio del mes de marzo, la Unión Europea (UE) impuso la cuarta tanda de medidas coercitivas en contra del sector energético ruso, prohibiendo la inversión a las grandes petroleras de Rusia: Rosneft, Transneft y Gazprom Neft.

Luego, para el 25 de marzo, la UE junto a Estados Unidos crearon el Grupo de Trabajo sobre Seguridad Energética Europea con la finalidad de hacer el intento de reducir la dependencia de los combustibles fósiles provenientes de Rusia, usando los comodines de la seguridad energética y de "contribuir" con el Acuerdo de París.

Así como esas medidas, existen otras que venían arrastrando, como la paralización del gran proyecto de Nord Stream II, reflejando un total desastre al elaborar la política exterior hacia el país del que dependen excesivamente en materia de recursos energéticos: Rusia.

Esa dependencia también va de la mano con la red de distribución de los gasoductos y oleoductos que existe desde la Unión Soviética, cuyo logro magistral fue posicionar en nuestros tiempos a ese gran país como el mayor distribuidor de energía en ese apéndice llamado Europa.

No se trata solo de buscar mercados alternativos que puedan sustituir a Rusia, Europa no cuenta con la infraestructura para reducir las importaciones.

El término dependencia en el diccionario energético de Estados Unidos significa alarma y amenaza, y más si se trata de los países europeos que fungen como vasallos de esa especie de señor feudal. Si Europa depende aproximadamente del 40% del gas ruso y el Nord Stream II iba a proporcionar más recursos, el grupito de poder estadounidense debía presionar para avanzar en las provocaciones y seguir el acercamiento de la OTAN en el circuito ruso. ¿Con cuáles objetivos?

  1. Impedir que esa dependencia continuara en ascenso, debido a que las proyecciones indicaban que en una década podían depender desde un 50% a un 60%.
  2. Hacer el intento de erosionar la influencia de Rusia en el terreno europeo. Para ellos, el trauma del Plan Marshall no puede perder vigencia y, sobre todo, peso político.
  3. Tratar de frenar el avance y posicionamiento de Rusia a los mercados asiáticos. En 2021, Rusia vendió alrededor de 33 mil millones de metros cúbicos (MMC) de gas a Asia, en comparación con un mercado europeo que normalmente importa entre 160 y 200 MMC de Rusia.

Ante este contexto geopolítico, en el mes de junio la faena internacional fue intensa en términos de agrupamiento de actores internacionales para visualizar el panorama, pues se desarrolló el XXV Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF, sus siglas en inglés), la XIV Cumbre de los BRICS y la VI Cumbre del Mar Caspio versus la 48° reunión del G7 y la Cumbre de la OTAN.

En general, todas estas reuniones tuvieron un común denominador: las nuevas rutas comerciales y de intercambio global.

Otro mapa: nuevos corredores comerciales

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, en su discurso en la Cumbre de los BRICS, resaltó algunas claves importantes en la esfera de distribución, corredores comerciales y transporte, destacando que Rusia está tomando medidas para mitigar el impacto negativo de las "sanciones" occidentales.

  • Se introducen continuamente cada vez más "sanciones" por motivos políticos y se fortalecen aún más los mecanismos para ejercer presión sobre los competidores.
  • Hay destrucción intencional de lazos de cooperación; las cadenas de transporte y logística se destruyen. Y todo esto es contrario al sentido común y a la lógica económica básica, socava los intereses comerciales a escala global, afectando negativamente el bienestar de las personas, en efecto, de todos los países.
  • La comunidad empresarial rusa, en coordinación con las comunidades empresariales de los Estados BRICS, toma medidas inmediatas para desarrollar la infraestructura de transporte.

Con base a estas líneas de Putin, se recuerda que en 2021, Irán anunciaba que comenzaría las obras ferroviarias para unir las ciudades de Rasht y Astara que conformarían la nueva vía de transporte que funge como una alternativa al tradicional Canal de Suez: el Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC, sus siglas en inglés).

Los cimientos de ese corredor multimodal se instauraron en septiembre del año 2000, bajo un acuerdo intergubernamental entre Rusia, Irán e India, y posteriormente, se sumaron otros países, entre ellos, Azerbaiyán. Los productos que han planteado agregar a esta importante red son el petróleo y sus productos derivados, fertilizantes, minerales, químicos, alimentos y más.

En comercio, el tiempo vale oro, así que el objetivo crucial de este canal comercial es reducir el tiempo de entrega de mercancías desde la India a Rusia, así como al norte y oeste de Europa. Por ejemplo, si el tiempo de entrega de una mercancía determinada en las rutas tradicionales puede tomar seis semanas, a través del INSTC se espera que pueda reducirse a tres semanas. Los costos serían mucho más baratos que cruzando el Canal de Suez.

Con el sinfín de "sanciones", las cadenas logísticas de las exportaciones e importaciones de Rusia se han desplazado hacia los países de Asia y Medio Oriente.

Este 11 de junio, con envío de prueba de Rusia, dos contenedores de madera laminada partieron de San Petersburgo en un viaje a la India, esperando que llegue a la costa oeste de ese país la primera semana de julio.

Resulta evidente la importancia del Mar Caspio en este eje alternativo comercial. Así lo deja ver el presidente Putin en la Cumbre del Mar Caspio, cuyo énfasis se centra en el INSTC como "proyecto verdaderamente ambicioso, una arteria de transporte de 7 mil 200 kilómetros de longitud desde San Petersburgo hasta los puertos de Irán e India":

  • Los objetivos clave en el Mar Caspio incluyen una mayor expansión de los vínculos comerciales y de inversión regionales y una cooperación mutuamente beneficiosa en producción industrial y tecnología avanzada.
  • En 2021, el comercio mutuo entre los países mencionados aumentó en más de un tercio, o 35%, para alcanzar los 34 mil millones de dólares. Aumentó otro 12,5% entre enero y abril de este año. Tienen enormes oportunidades para la cooperación energética. Ya cumplen sus acuerdos sobre la operación conjunta de los campos de petróleo y gas en alta mar en el Mar Caspio.
  • Un acuerdo entre los Estados del litoral Caspio sobre cooperación en transporte, que entró en vigor el año pasado y tiene como objetivo convertir la región del Mar Caspio en un importante centro logístico internacional, está diseñado para facilitar un lanzamiento más rápido de este corredor.

A la luz de las declaraciones del presidente Putin en estos importantes espacios internacionales, es inminente la creación del sistema multipolar de relaciones entre Estados que verdaderamente respete las reglas del juego y que le haga frente a las "sanciones" impuestas a diestra y siniestra por parte del Norte Global.

Por otro lado, la OTAN logró uno de los pasos para la adhesión de Suecia y Finlandia y el G7 siguió con la misma receta de "sanciones", esta vez a la prohibición de las importaciones del oro ruso. Puede incluso decirse que parte de la hoja de ruta de la OTAN es bloquear o boicotear cualquier tramo comercial o de integración que pueda armarse con Rusia.

Mientras los miembros de la OTAN y el grupúsculo del G7 mantienen la concepción de "respetar las reglas" que ellos van imponiendo y que son ajenas al Derecho Internacional, los países miembros de los BRICS junto al entramado del Caspio no están de brazos cruzados, ya que impulsan los esfuerzos para ampliar la cooperación entre ellos y con otras asociaciones regionales para crear ese sistema macrorregional necesario, y con miras a expandirse, en respuesta al entramado sancionatorio de Occidente.

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