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(Foto: The Cradle)

Los colaboradores del genocidio, desde El Cairo hasta Berlín

En 1973 las fuerzas armadas egipcias y sirias lanzaron un ataque sorpresa contra Israel, que se conocería como la "Guerra de Octubre". En un discurso ante sindicalistas árabes pronunciado por el expresidente de Egipto, Gamal Abdel Nasser, el 26 de mayo de 1967 dijo: "La batalla contra Israel será general, y nuestro principal objetivo será destruirlo".

Más de cinco décadas después de que Egipto lanzara su guerra y se comprometiera a destruir el Estado de ocupación, han surgido informes de que El Cairo ahora está proporcionando apoyo económico y logístico a Israel durante su guerra contra Líbano y Gaza.

Puertos egipcios: una plataforma logística al servicio de Israel

De acuerdo con el sitio web de seguimiento de buques Marine Traffic y la empresa de datos financieros LSEG Data & Analytics, el buque alemán MV Kathrin atracó en el puerto de Alejandría el 28 de octubre. Según datos navales de fuente abierta y grupos de derechos humanos, la nave transportaba —al parecer— material explosivo destinado al ejército israelí y fue descargado en un muelle militar egipcio tras habérsele denegado el derecho de atraque en varios países.

El sitio web del puerto de Alejandría, que vigila el movimiento de buques y la navegación marítima, informa que la Oficina de Consulta Marítima egipcia (EMCO, por sus siglas en inglés) se encargó de recibir el vehículo y "descargar" su cargamento "militar". Posteriormente, se supo que la mercancía fue transportada el mismo día desde el puerto de Alejandría hacia el puerto mediterráneo israelí de Ashdod.

Al parecer, la embarcación MV Katherine transporta ocho contenedores con 150 mil kilogramos de explosivos RDX destinados a Israeli Military Industries, que es la rama de producción de munición de Elbit Systems, el mayor fabricante militar israelí. En septiembre el ministro de Asuntos Exteriores de Portugal, Paulo Rangel, declaró haber recibido información del armador de que la mitad del cargamento la constituían productos de doble uso, destinados a una empresa armamentística de Israel.

Lo interesante es que se había impedido que el buque atracara en Namibia, Eslovenia, Malta y Montenegro debido a la preocupación de estos países de que Tel Aviv utilizara el material explosivo para cometer nuevas masacres contra civiles.

Egipto intervino entonces para resolver el dilema del MV Kathrin, ofreciéndole un lugar donde atracar y descargar su mercancía. En un extenso informe publicado en el sitio web oficial de Amnistía Internacional, el grupo de derechos humanos escribe:

"El gobierno egipcio permitió atracar y descargar en el puerto de Alejandría al buque de bandera alemana 'MV Kathrin', que se cree transporta explosivos con destino a Israel, a pesar del riesgo de que este cargamento pueda contribuir a la comisión de crímenes de guerra en Gaza".

Hay que señalar aquí que la recepción del barco por parte de Alejandría se produjo tras una declaración de la responsable de Amnistía en Eslovenia, Natasha Bussell: "El cargamento mortal que se cree que iba a bordo del barco MV Kathrin no debe llegar a Israel porque existe un riesgo claro de que tal paquete pueda contribuir a la comisión de crímenes de guerra contra civiles palestinos".

A estas acusaciones respondió el portavoz militar egipcio en un comunicado publicado en su página de Facebook:

"Las Fuerzas Armadas egipcias niegan categóricamente lo que ha circulado en las redes sociales y en cuentas sospechosas y lo que se está promoviendo en relación con la asistencia a Israel en sus operaciones militares en general y en detalle (...) y subraya que no existe ninguna forma de cooperación con Israel".

A pesar del desmentido, hay muchas pruebas de que Alejandría recibió el barco, desde el rastreo de los lugares de embarque y las empresas de datos globales hasta los informes de varias partes y gobiernos. Hay que tener en cuenta que, durante los 13 meses de brutal asalto militar de Tel Aviv contra Gaza, cinco puertos egipcios se transformaron en nudos de paso clave para las exportaciones e importaciones israelíes. Permitir que el MV Kathrin atraque en uno de estos puertos egipcios es simplemente una continuación del papel asumido por El Cairo para servir a los intereses bélicos de Israel.

Los datos del comercio exterior israelí indican que, durante los nueve primeros meses de este año, el comercio del Estado de ocupación con cinco países árabes fue el que más creció: Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Jordania, Marruecos y Bahréin. Según estas cifras, el valor del comercio de Israel con Bahréin se multiplicó por diez, el de Marruecos por 53, el de Egipto por 52 y el de Emiratos Árabes Unidos por cuatro. El comercio global con Jordania disminuyó ligeramente en 1% debido al descenso de las importaciones jordanas procedentes de Israel, pero se ve mitigado por el enorme aumento de 45% de las exportaciones del país a Jordania. El valor del comercio total de la nación con los cinco países árabes ascendió a 3 mil 400 millones de dólares, lo que refleja un crecimiento de 12%.

También es digna de mención la significativa discrepancia en las cifras comerciales publicadas por Israel y por los países árabes. El valor de los intercambios declarados por Egipto fue muy superior al de las autoridades israelíes, lo que sugiere que a El Cairo no le preocupa en absoluto declarar el alcance de sus crecientes relaciones comerciales con Israel, a pesar de los mortíferos ataques del Estado de ocupación contra Gaza, Líbano, Cisjordania ocupada, Siria, Yemen y otros lugares de la región.

Los datos de comercio exterior de Egipto revelan que, desde principios de este año hasta julio, su comercio con Israel alcanzó un total de 1 mil 883 millones de dólares, con 155 millones en exportaciones y 1 mil 728 millones en importaciones. Israel, por su parte, afirma que el comercio entre ambos países solo alcanzó un total de 431 millones de dólares, lo que supone una diferencia de 1 mil 452 millones. Según sus datos, las exportaciones ascendieron a 242 millones de dólares, mientras que las importaciones fueron de 189 millones.

Aunque el papel de Egipto en la ayuda a los israelíes en tiempo de guerra no ha hecho más que cristalizar, El Cairo ha sido objeto de críticas masivas en las redes sociales árabes por un video que muestra el paso del buque de guerra israelí Sa'ar 5 por el canal de Suez, en el que se izan las banderas egipcia e israelí mientras la Armada del país proporciona protección al buque militar.

La Autoridad Egipcia del Canal de Suez (SCA, por sus siglas en inglés) respondió a la reacción afirmando que todos los buques —comerciales o militares— tienen derecho a transitar por el canal, y añadió que es reglamentario izar la bandera egipcia en todas las naves que pasen por la vía navegable.

¿Y Alemania?

El buque MV Kathrin enarbolaba la bandera de Alemania, es decir, la del principal proveedor europeo de armas y apoyo internacional a Israel. Entre agosto y octubre, el gobierno de dicho país acordó exportar 94 millones de euros en armas a Tel Aviv. Curiosamente, Berlín solo exportó 14 millones de euros en ese rubro a Israel en los ocho primeros meses de 2024, lo que sugiere que el enorme repunte de las transferencias está vinculado en gran medida a la escalada militar de Israel contra Líbano.

Continúan los vínculos germano-israelíes en el teatro militar libanés. Después de que las fuerzas especiales de ocupación llevaran a cabo una operación de desembarco en la ciudad de Batroun, al norte de Líbano, para secuestrar a un marino, Imad Amhaz, surgieron informes de que las fuerzas navales alemanas proporcionaron el apoyo necesario a la ilegal misión. Según estos trabajos, el éxito de Israel al cruzar las aguas territoriales libanesas requirió la coordinación voluntaria o la negligencia deliberada de la Marina alemana que opera dentro de las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU en el país (Finul, por sus siglas en inglés). La Fuerza de Tarea Marítima (MTF, por sus siglas en inglés) de la FPNUL—bajo el mando del país europeo— fue delegada por la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU con la tarea de ayudar a Líbano a proteger sus vías marítimas y aguas territoriales.

El telón de fondo de esta historia es, por supuesto, el apoyo político, mediático y diplomático abiertamente desafiante de Berlín a Israel —a pesar de las flagrantes violaciones de las leyes y convenciones internacionales por su parte— y el escrutinio sin precedentes de los más altos tribunales del mundo a su genocidio en Gaza y a la insostenible ocupación de los territorios palestinos. Hoy Berlín ya no es simplemente una parte que apoya al Estado ocupante sino que se ha convertido en un socio para garantizar que este consiga alcanzar sus objetivos bélicos.

Según el diario Al Akhbar, la inteligencia alemana ha reactivado sus actividades de recogida de información en Beirut, y su equipo de las Fuerzas Internacionales de Emergencia está realizando esfuerzos adicionales con el pretexto de asegurar la zona marítima.

Las fuerzas alemanas utilizan sus radares en Líbano no para vigilar las violaciones israelíes, impedirlas, o incluso alertar sobre ellas, sino más bien para proporcionarles datos de alerta temprana sobre los cohetes y drones de Hezbolá, especialmente drones que tienen dificultades para rastrear y derribar.

Puede decirse que el incidente más grave tuvo lugar el 17 de octubre, cuando un buque alemán derribó un avión no tripulado de Hezbolá que se dirigía a Israel.

Recientemente, muchos informes sugieren que Hezbolá tomó la decisión de interrumpir todo contacto con Alemania y rechazar cualquiera de sus futuras funciones en la Finul.

En un principio, el mandato de la Finul consistía en vigilar las violaciones israelíes de la soberanía libanesa por tierra, mar y aire. Sin embargo, los recientes incidentes —en particular los protagonizados por fuerzas alemanas— han suscitado inquietud en Líbano, especialmente entre las facciones de la resistencia. El papel de la Finul en la contención de la agresión israelí está ahora en entredicho ya que sus acciones han demostrado, en múltiples ocasiones, que más bien está permitiendo la violencia de la ocupación israelí sobre Líbano.


Mohamad Hasan Sweidan es investigador de estudios estratégicos, escritor para diferentes plataformas de medios y autor de varios estudios en el campo de las relaciones internacionales. Su enfoque principal está en los asuntos rusos, la política turca y la relación entre la seguridad energética y la geopolítica.

Este artículo fue publicado originalmente en inglés en The Cradle el 8 de noviembre de 2024, la traducción para Misión Verdad fue realizada por Spoiler.

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