The Washington Post confirmó que Israel utilizó municiones de fósforo blanco suministradas por Estados Unidos en un ataque en octubre en el sur del Líbano que hirió al menos a nueve civiles. El análisis del medio a fragmentos de municiones encontradas en una aldea, donde al menos incineraron cuatro casas, arrojó que son proyectiles de artillería de 155 milímetros.
"Las balas, que expulsan cuñas de fieltro saturadas con fósforo blanco que arde a altas temperaturas, producen ondas de humo que oscurecen los movimientos de las tropas mientras cae al azar sobre una amplia zona. Su contenido puede adherirse a la piel, provocando quemaduras potencialmente mortales y daños respiratorios", detalla el medio.
En la pesquisa se determinó que los códigos de producción de lotes encontrados en los proyectiles coinciden con la nomenclatura utilizada por el ejército estadounidense para clasificar las municiones de producción nacional, que muestran que fueron fabricadas en depósitos de municiones en Luisiana y Arkansas en 1989 y 1992.
Las armas son parte de miles de millones de dólares en recursos militares estadounidenses que fluyen hacia Israel cada año, armas con las que matan civiles diariamente y con las que han asesinado a cerca de 18 mil palestinos desde el 7 de octubre.
En 2009, Human Rights Watch denunció el uso de fósforo blanco contra los palestinos. En esa oportunidad Israel se comprometió a no usarlo más en la guerra, pero las evidencias demuestran que no está cumpliendo dicha promesa.
Tras la publicación de esta historia, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, dijo que la administración está "preocupada" por el uso de municiones de fósforo blanco y que "haría preguntas para tratar de aprender un poco más".