El Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia le hace seguimiento a la actividad biológico-militar de Estados Unidos y sus socios en Ucrania y otras regiones del mundo. Una sesión informativa de ese órgano del Estado ruso ofrece un balance de todas estas prácticas clandestinas.
A continuación presentamos un resumen de estas actividades secretas reseñadas por la inteligencia de la Federación:
- Se demostró que el Instituto de Investigaciones Walter Reed del Ejército estadounidense llevó a cabo los proyectos biológico-militares "UP-1" y "UP-2", que recolectó biomateriales en el transcurso de los combates en Dombás desde 2014 hasta 2020. Esta instancia tiene filiales extranjeras con laboratorios de alto nivel de bioseguridad y con capacidad para trabajar con patógenos peligrosos.
- Una filial está situada en Tailandia y tiene sus unidades con capacidad para transportar cepas en Nepal, Camboya y Filipinas, las que cooperan a su vez con 12 países más en el sudeste de Asia.
- También hay una red de filiales extranjeras dependientes del Centro Científico Médico de las Fuerzas Navales de Estados Unidos, cuyo laboratorios subordinados realizan trabajos con patógenos en África del Norte, Oriente Próximo y América Latina.
- De acuerdo con la inteligencia rusa, estas ramificaciones en todo el mundo le permiten obtener el acceso a las versiones de patógenos epidémicamente importantes, las que son agentes potenciales de armas biológicas. Las fiebres de Marburgo y Ébola, la malaria y la fiebre del valle del Rift son algunas.
- El Pentágono se ve obligado a cambiar su táctica para organizar los trabajos de "doble uso" a fin de camuflar estas actividades.
- El Departamento de Defensa, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, por sus siglas en inglés) patrocinan estos trabajos en Camerún, la República Democrática del Congo y Sierra Leona.
- En los mismos Estados Unidos durante los últimos años aumentó significativamente el número de los laboratorios con los niveles de bioseguridad BSL-3+ y BSL-4.
- Señalan que el Instituto de Medicina Veterinaria de Járkov participaba en los trabajos en el marco de los proyectos UP-8 y P-444 estadounidenses. En su transcurso se estudiaban las rutas de pájaros migratorios, se tomaban y se transferían al extranjero las cepas del virus de la gripe aviar que tienen un alto potencial epidémico y son capaces de superar la barrera entre especies.
- El papel de estos proyectos en empeorar la situación epizootia en el territorio de la Federación de Rusia queda por evaluar.
- Rusia presta atención a la muerte masiva de pájaros en la reserva de Askania-Nova en la Región de Jersón, la que había sido provocada con el descuido de las normas de bioseguridad.
Tener los biolaboratorios fuera del territorio estadounidense evita el riesgo de que se propaguen estos patógenos peligrosos en su jurisdicción nacional, como ha ocurrido en otros lugares donde se han registrado enfermedades inusuales para estas regiones y sus portadores, de acuerdo con la información del Ministerio de Defensa ruso.