El pasado sábado 23 de septiembre Venezuela participó en el Debate General del 78° período de sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El encargado de llevar la voz del país en la instancia multilateral fue el ministro para Relaciones Exteriores, Yván Gil, quien de entrada llamó a refundar el organismo en vista de que no ha logrado cumplir con los objetivos que motivaron su creación.

Refirió la necesidad de promover un nuevo modelo de gobernanza en el que el Sur Global tenga el acceso justo al financiamiento internacional para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Sobre la actual crisis estructural llamó a acabar con la espiral de deuda impuesta por el esquema financiero global, al argumentar que "hay pocas esperanzas de que las cosas mejoren pronto si no se cambia radicalmente el sistema actual".

En ese sentido, denunció que las instituciones como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y las instituciones crediticias occidentales en general entrampan los países en desarrollo con intereses impagables.

Sobre la crisis ambiental, el canciller dijo que "estamos ante una catástrofe climática de carácter existencial para millones de personas, especialmente para nuestras hermanas y hermanos de los pequeños Estados insulares en desarrollo, tanto del Caribe como del Pacífico".

Por ello reiteró que "los efectos de años de injusticia climática, marcada por insostenibles patrones de consumo y producción, se han visto incrementados de manera acelerada en los últimos años".

Asimismo, destacó que el gobierno de Estados Unidos "nuevamente ha intervenido en una disputa territorial que tiene más de 200 años sobre nuestro territorio de la Guayana Esequiba".

Sobre este tema dijo que, a través de ExxonMobil, el gobierno estadounidense quiere apropiarse de nuestros recursos petroleros. Es por ello que el canciller alertó que el Comando Sur intenta crear una base militar en el territorio Esequibo en reclamación con miras a consolidar el despojo.