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A la caza de Citgo: revelan complot del procurador fake de Guaidó y el jefe del Banco Mundial

Este 18 de junio, en el marco de una rueda de prensa para denunciar el despojo de los activos de la República, la vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, presentó un audio que vincula al procurador ficticio del diputado Juan Guaidó, el abogado venezolano José Ignacio Hernández, con el esquema de secuestro y piratería internacional en curso contra los activos, bienes y recursos venezolanos situados en el extranjero.

Rodríguez, que estuvo acompañada del procurador general de la República, Reinaldo Muñoz, ofreció una detallada explicación sobre el “complot” del abogado de Guaidó con el presidente del Banco Mundial (BM), el estadounidense David Malpass, en el robo de los bienes de la nación venezolana.

Se refirió específicamente al caso de la empresa venezolana con sede en EEUU, Citgo (filial de PDVSA), que en el último año y medio ha estado en el centro de la escena política y comunicacional del país por representar un símbolo de las acciones de piratería financiera encabezadas por el falso gobierno interino de Guaidó.

Según lo explicado por Rodríguez, este nuevo capítulo de la saga para despojar a Venezuela de sus recursos consiste en la decisión de entregar Citgo a la empresa estadounidense ConocoPhillips, con quien la República ha sostenido una larga disputa legal en el Ciadi (corte del BM) relacionada a la expropiación de infraestructura petrolera reclamada como suya en los años 2005 y 2007.

El mes pasado, el juez Leonard P. Stark de la Corte de Delaware autorizó la venta ilegal de las refinerías de Citgo en condiciones de remate, con el objetivo de que la minera canadiense Crystallex pudiese cobrar un laudo de 1 mil 400 millones de dólares con la operación financiera.

Hernández fue testigo clave a favor de Crystallex en su caso judicial contra Citgo, e introdujo la noción jurídica del “alter ego” que definió el fallo de la Corte de Delaware a favor de la minera y en perjuicio de los intereses de Venezuela.

Pero la vicepresidenta alertó que ha habido un cambio en las prioridades. Ahora Hernández, en complicidad con Malpass, persigue la apropiación ilegal de Citgo a manos de la petrolera estadounidense ConocoPhillips.

En el audio presentado por Rodríguez, Hernández afirma que dirigió una estrategia directamente con el presidente del BM con el objetivo de desplazar a la Procuraduría de la República en la defensa de los intereses nacionales en el Ciadi.

Para el abogado de Guaidó es una “victoria” que la defensa legal del país haya quedado prácticamente desmantelada, otorgando ventaja al reclamo de ConocoPhillips y colocando en un doble riesgo a la filial de PDVSA en territorio estadounidense.

Delcy Rodríguez afirmó que la estrategia para el secuestro financiero del país es anterior a la autoproclamación de Guaidó en enero de 2019. Y esto lo confirma la figura de David Malpass, quien antes de ser nominado por Trump para asumir las riendas del BM en 2019, fue subsecretario de tesorería para Asuntos Internacionales del Departamento del Tesoro de EEUU.

Malpass tuvo un papel destacado en la configuración de las sanciones punitivas contra Venezuela que han hecho colapsar su industria petrolera, su sistema de refinación nacional y el acceso a las finanzas públicas de la nación para acometer importaciones de bienes básicos.

Este papel quedó visiblemente expuesto en un documental de propaganda sobre las sanciones contra Venezuela, repleto de entrevistas exclusivas con sus artífices en el Departamento del Tesoro, donde lógicamente estaba Malpass.

En la cúpula de la institución, Malpass desarrolló la línea proteccionista de Trump en relación con China y fue un baluarte de las sanciones aplicadas contra los rivales geopolíticos del Imperio. La nominación al BM fue una especie de reconocimiento al trabajo realizado y una demostración de confianza por parte de Trump.

Malpass se convertiría en el brazo del presidente en la institución multilateral.

En la rueda de prensa, Delcy Rodríguez acusó a Ricardo Ramos, hijo del dirigente antichavista Henry Ramos Allup, y al empresario Francisco Murillo, por filtrar información privilegiada de PDVSA a empresas competidoras extranjeras.

PDVSA ha demandado a un conjunto de empresas vinculadas con estas dos figuras en Panamá, Suiza y Miami. El abogado de Guaidó defendió a las mismas en Estados Unidos e intentó desplazar a la representación venezolana en Suiza.

A juicio de la vicepresidenta, Henry Ramos Allup habría pactado con Leopoldo López para evitar que su hijo fuese investigado, a cambio de no participar en las próximas elecciones parlamentarias.

Estas nuevas informaciones describen la vulnerabilidad de los activos venezolanos en este momento. La figura de Hernández ha escrito una página negra en el orden jurídico venezolano pero también en el internacional.

El plan de desplazar a las instituciones venezolanas en el escenario internacional, bajo la premisa de respaldar a los sustitutos de Guaidó, ha debilitado los reclamos del estado venezolano y la protección de los intereses de la nación.

Hernández ha demostrado ser un profesional cuando se trata de perjudicar a la República.

Recientemente, el gobierno fake de Guaidó ha solicitado al tribunal de Delaware que retrase la venta de Citgo, aun cuando el Departamento del Tesoro mantiene bajo un embargo ilegal a Citgo luego de la orden ejecutiva 13884 del 5 de agosto de 2019, prohibiendo toda operación financiera relacionada con la empresa.

Pero la exigencia de retrasar la venta puede indicar que la situación de Citgo podría cambiar a medida que Crystallex y ConocoPhillips presionan con más fuerza. Puede ser autorizado el remate para beneficiar a ambas empresas, o solo a ConocoPhillips.

De igual forma, Guaidó y su equipo están conscientes de que la saga Citgo ha sido un autogol político en toda regla. Primero porque ha quedado desmantelada la narrativa de la “protección de activos”, y segundo, porque las actuaciones del procurador fake han impedido que Venezuela tenga una defensa formal y contundente para hacer valer sus intereses en instancias internacionales y judiciales en Estados Unidos.

Citgo es el símbolo de la corrupción del interinato fake de Guaidó y de cómo se orquesta un fracaso político.


Actualización, 20 de junio. Horas después de que el complot fuese revelado por la vicepresidenta ejecutiva, José Ignacio Hernández renunció del cargo ficticio otorgado por Guaidó, con el que intentó usurpar las funciones constitucionales de procuraduría general de la República.

Hernández intentó salvar su imagen afirmando que su renuncia ya estaba en marcha cuando salieron a la luz pública las graves acusaciones en su contra el día de ayer.

Aunque su renuncia es un nuevo golpe reputacional al falso interinato de Juan Guaidó, las chapuzas jurídicas de Hernández debilitaron al Estado venezolano ante instancias extranjeras, dejando mucho más expuesto al país frente a los reclamos de las empresas transnacionales, para quienes fielmente sirvió José Ignacio Hernández.

El desmoronamiento de Guaidó avanza de forma vertiginosa y va dejando una estela de daños que es cuesta arriba reparar en el corto plazo.

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