Jue. 28 Noviembre 2024 Actualizado 8:43 am

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Encuentro entre el presidente Nicolás Maduro y representantes de las comunas. Octubre de 2023 (Foto: Prensa Presidencial)

Los logros indiscutibles de Nicolás Maduro en el ámbito económico

Venezuela ha transitado un sendero económico tortuoso en los últimos años, marcado por la imposición de sanciones económicas por parte de Estados Unidos y sus satélites europeos. Estas medidas han supuesto grandes pérdidas para el país, estimadas en 232 mil millones de dólares. 

En este contexto, los logros y avances económicos obtenidos bajo el liderazgo del presidente Nicolás Maduro adquieren un valor aun mayor, pues se han conquistado en un campo minado por las adversidades.

A continuación examinaremos las estrategias más destacadas del gobierno para mitigar el impacto de las sanciones y sentar las bases hacia la recuperación económica, que constituyen su carta de presentación de cara a la reelección del presidente Nicolás Maduro.

Una década de inflación reducida

La hiperinflación ha sido la sombra amenazante que ha acechado la economía venezolana durante la última década. Sin embargo, desde finales de 2023 se ha observado una marcada desaceleración en el ritmo inflacionario —iniciada en 2018—, signo de la eficacia de las políticas económicas implementadas por el gobierno de Maduro. 

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Inflación mensual del mes de abril, periodo 2012 a 2024 (%) (Foto: BCV)

La escalada inflacionaria que experimentó Venezuela a partir de 2014 fue el resultado de una confluencia de factores adversos. La caída de los precios internacionales del petróleo, motor fundamental de la economía venezolana, junto a la guerra económica caracterizada por la especulación, el acaparamiento y la manipulación cambiaria, crearon un escenario propicio para la aceleración de la inflación. La imposición de sanciones económicas por parte del gobierno de Donald Trump a partir de 2017 agravó la situación al restringir el acceso a los mercados internacionales y limitar la capacidad de maniobra del gobierno venezolano.

Ante este panorama, el gobierno de Maduro implementó un conjunto de medidas económicas caracterizado por su heterodoxia, creatividad y enfoque gradual. La política cambiaria, inicialmente anclada a un control de cambio rígido, ha transitado hacia un sistema de flotación administrada, lo que ha buscado un equilibrio entre la oferta y la demanda de divisas. Se han implementado medidas para restringir la liquidez monetaria en aras de contener la presión inflacionaria, lo que está dejando resultados contundentes:

  • Inflación en descenso: Para diciembre de 2023, la inflación anualizada se redujo a 2,4%, la cifra más baja desde 2013, lo que marca un punto de inflexión en la lucha contra la hiperinflación.
  • Desaceleración constante: En 2024 la tendencia a la baja se ha consolidado. En abril de 2024 la variación intermensual del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) fue de tan solo 2%, la menor en 12 años.
  • Inflación acumulada bajo control: La inflación acumulada en lo que va de 2024 se ubica en 6,3%, cota más baja registrada en el periodo enero-abril en los últimos 12 años.

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Inflación acumulada hasta el mes de abril, periodo 2012 a 2024 (%) (Foto: BCV)

Rediseñando el Sistema Cambiario 

El gobierno del presidente Nicolás Maduro ha logrado avanzar notablemente en el sistema cambiario en Venezuela mediante una estrategia acertada que ha garantizado la estabilidad en este ámbito. Desde octubre de 2023, el Tipo de Cambio de referencia del BCV se ha mantenido en 36,5 Bs/USD. Esta situación ha permitido disminuir la brecha con el dólar paralelo, y así se han evitado distorsiones en el mercado cambiario y se ha contribuido a contener la escalada de precios y, por ende, la inflación.

Un aspecto destacado de la política cambiaria implementada por el gobierno de Maduro es la participación activa del sector privado en el mercado de divisas. Las proyecciones sugieren que el volumen total de moneda extranjera transadas en 2024 podría superar los $18 000 millones, de los cuales 78% provendría de este sector. Este cambio de modelo impulsa el abandono del rentismo petrolero y fomenta una economía más diversificada y sólida.

Asimismo, la gestión de la liquidez monetaria ha sido crucial para mantener la estabilidad macroeconómica. La contención de la liquidez a través de altos niveles de Encaje Legal Bancario ha sido una estrategia acertada, pero el gobierno también ha demostrado flexibilidad al relajar la política monetaria para estimular el crecimiento económico. Y a pesar de que esto ha conducido a un aumento del crédito y la liquidez monetaria, la oferta de divisas ha logrado mantener la estabilidad del bolívar frente al dólar.

Vemos entonces cómo la estimulación de la participación del sector privado y la gestión responsable de la liquidez monetaria se han convertido en pilares fundamentales de este nuevo paradigma en el sistema cambiario, lo que ha demostrado su capacidad para facilitar el crecimiento a pesar de la continuidad de las presiones económicas estadounidenses a través de las sanciones.

De la dependencia a la soberanía agroalimentaria

Venezuela también ha experimentado una transformación profunda en su sector agrícola al lograr revertir la dependencia histórica de las importaciones, lo cual ha conducido a garantizar el abastecimiento interno en el contexto de bloqueo.

El gobierno venezolano ha impulsado el relanzamiento de la Gran Misión AgroVenezuela, programa insignia del Comandante Hugo Chávez. Este esfuerzo ha sido la clave para impulsar el sector agrícola, base que ha permitido que Venezuela pase de una dependencia de 85% en importaciones de alimentos a producir 97% de los alimentos que consume su población.

En febrero de este año, el país registró 14 trimestres consecutivos de crecimiento en la producción agrícola. La producción de carne ha aumentado 5% en los últimos cinco trimestres y la población ganadera ha crecido 3,9%, alcanzando casi los 30 millones de cabezas de ganado vacuno, ovino, caprino y bufalino. Este crecimiento, impulsado por la producción local, ha permitido aumentar el consumo interno de carnes rojas y diversificar la oferta alimentaria.

La nueva dinámica económica, con un sector agrícola fortalecido, ha abierto las puertas a la exportación de productos agroalimentarios. Venezuela se proyecta como un potencial exportador de carne. La producción acuícola también ha registrado cifras importantes, con un crecimiento de 25% en la producción de camarón blanco y un aumento de 78% en la producción de sardinas, ambas con potencial para la exportación. 

El éxito de la Gran Misión AgroVenezuela no se limita al ámbito económico. El aumento de la producción agroalimentaria ha tenido un impacto social directo, y así se ha garatizando la seguridad alimentaria de la población. El programa de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), que distribuye alimentos a 7 600 000 familias venezolanas, se nutre en 97% de productos nacionales. Este logro es especialmente significativo en el contexto de sanciones económicas, con el que se ha buscado asfixiar la economía y generar malestar social.

La transformación del sector agroalimentario venezolano bajo el liderazgo de Nicolás Maduro es un ejemplo de resiliencia. La nación ha demostrado que es posible superar la dependencia de las importaciones y garantizar la seguridad alimentaria de su población, incluso en un contexto adverso. 

— Somos un grupo de investigadores independientes dedicados a analizar el proceso de guerra contra Venezuela y sus implicaciones globales. Desde el principio nuestro contenido ha sido de libre uso. Dependemos de donaciones y colaboraciones para sostener este proyecto, si deseas contribuir con Misión Verdad puedes hacerlo aquí<