El petróleo, el carbón y el gas constituyen más de 83% de la demanda actual de energía en el mundo. Es por ello que el sistema económico, así como la forma de producir alimentos, dependen tanto de estos recursos energéticos para sostenerse y moverse.
"El petróleo sigue acaparando la mayor parte del mix energético mundial (31,3 %) en 2020, seguido del carbón, el cual es el segundo combustible más utilizado del mundo, representando el 27,2 % de la energía primaria total, consumo que tuvo un ligero aumento en comparación con el año 2019", refiere la investigadora Clara Sánchez en su web Alimentos y Poder.
También sostiene que el uso del gas natural, que se mantiene en el tercer lugar, continúa elevándose a máximos históricos de 24,7%, mientras que la energía hidroeléctrica representa solo el 6,9%, las energías renovables apenas el 5,7% y la nuclear ocupa el 4,3% de la matriz energética.
La importancia de estos recursos energéticos y su localización en el mapa geopolítico puede verse en la actual guerra de Ucrania, ya que el bloqueo a Rusia, gran productor de energía e insumos para la agroindustria, ha derivado en una crisis de suministros y volatilidad en el precio de los alimentos a nivel global.
La investigadora señala que es probable que se generen "mayores fricciones entre los principales países y actores corporativos del mundo, mientras compiten por la apropiación, el acaparamiento y el control de estos bienes, bien sea, en territorio propio o no, para mantener su estatus en el sistema internacional".