Sáb. 30 Noviembre 2024 Actualizado ayer a las 6:30 pm

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Protestas contra el asesinato del líder político palestino (Foto: EFE)

El asesinato del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, fortalecerá la determinación de la resistencia

El asesinato el 31 de julio del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán implica una escalada importante que conduce a la región hacia una guerra total que Israel alega no querer, pero que pareciera estar haciendo todo lo que puede para provocarla.

Sucedió horas después de que Israel bombardeara Líbano en la noche del 30, con lo que mató a tres civiles. Israel declaró que había atacado a Fuad Shukr, el oficial militar de Hezbolá de mayor nivel y cercano al líder Hassan Nasrallah. Hezbolá confirmó el martirio de Shukr avanzado el miércoles y dijo que Nasrallah "anunciará mañana nuestra posición política en relación al crimen, en el funeral del Comandante Shukr".

Fiel a sus prácticas, Israel no ha emitido ningún comentario oficial sobre el asesinato en la capital iraní de Haniyeh y su guardaespaldas, Wasim Abu Shaaban. El líder de Hamás asistía a la inauguración del presidente de Massud Pezeshkian el 30 de julio.

En un discurso breve el 31, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió al público sobre los "días desafiantes que se vienen" y dijo "nos mantendremos unidos y decididos contra cualquier amenaza".

No realizó comentario alguno sobre el asesinato de Haniyeh y en su lugar redobló su posición de no ponerle fin a la guerra en Gaza a través de un acuerdo alcanzado con Hamás. Refiriéndose a la presión nacional e internacional, dijo: "No cedí en aquel momento a esas voces, no lo haré ahora".

Pero al menos un miembro del gabinete israelí, el ministro de patrimonio cultural, Amihai Eliyahu, celebró el asesinato. Posteó en su cuenta X, antigua Twitter, que "esta es la manera correcta de limpiar el mundo de esta inmundicia". "Se acabaron los acuerdos de paz/rendición, se acabó la misericordia con estos hijos de la muerte", agregó Eliyahu.

A pesar del silencio oficial de Israel, pocos dudan sobre su responsabilidad, principalmente Irán, donde el asesinato de Haniyeh en su tierra será visto como una violación significativa a su seguridad y soberanía.

"El régimen sionista, criminal y terrorista martirizó a nuestro querido invitado en nuestro territorio y esto nos ha causado congoja, pero también preparó el terreno para un castigo severo", dijo el Ayatola Alí Jameneí, el líder supremo de Irán.

El Cuerpo de Guardia Revolucionaria de Irán afirmó que Haniyeh y su guardaespaldas fueron asesinados en la residencia donde se alojaban. Agregó que el ataque está siendo investigado y que serán hechos públicos los detalles más adelante.

Khalil al Hayya, miembro de la dirección de Hamás, dijo que Haniyeh fue "directamente" asesinado con un misil que destruyó las ventanas, puertas y paredes de la habitación donde se quedaba. Al Hayya agregó que Israel estaba buscando "incendiar toda la región porque han fracasado en sus objetivos" en Gaza, rechazando un acuerdo y queriendo "continuar su agresión a pesar de todos sus fracasos".

La familia de Haniyeh fue masacrada

De entre sus últimas palabras públicas están aquellas que le dijo a Jameneí un día antes de su asesinato. Haniyeh le dijo al líder iraní que había perdido a más de 60 miembros de su familia en Gaza durante el genocidio israelí, incluidos tres hijos, una hermana y muchos nietos.

Luego de que Israel matara a varios de sus familiares en abril, Haniyeh dijo que "la sangre de mis hijos y mis nietos no es más valiosa que la de los niños del pueblo palestino". "Le doy gracias a Dios por este honor que me ha conferido con el martirio de mis tres hijos y varios de mis nietos", agregó.

Tras la noticia del asesinato, su hijo mayor, Abd al Salam dijo que "nos hemos acostumbrado a recibir noticias de martirios; como todas las personas, nos hemos acostumbrado a la victoria o el martirio".

Agregó que Israel está "autoengañándose" si creía que matando a los líderes de la resistencia se detendría la lucha por la liberación de Palestina.

Ismail Haniyeh nació en 1962 en el campo de refugiados de la Playa de Gaza en el seno de una familia que, originalmente, provenía de la ciudad palestina de Majdal Asqalan, renombrada Ashkelon luego de la conquista sionista de la ciudad en 1948.

A inicios de los años 80 estudió literatura en la Universidad Islámica de Gaza, y se unió al bloque estudiantil islamista.

Estuvo activo durante la primera intifada, el alzamiento masivo en la Franja de Gaza ocupada y en Cisjordania que comenzó en 1987, el mismo año cuando se fundó Hamás. Haniyeh fue uno de los primeros integrantes, volviéndose un consejero cercano de su fundador el Sheikh Ahmed Yassin, asesinado por los israelíes en 2004.

Como activista en contra de la ocupación, Haniyeh fue repetidamente encarcelado, siendo tres años su temporada más larga en las prisiones israelíes. En 1992, luego de eso, estaba entre los cientos de dirigentes y activistas palestinos expulsados por Israel al Líbano.

Regresó a Gaza tras la firma de los acuerdos de Oslo entre la Organización para la Liberación Palestina (OLP) e Israel en 1993. En 1997 se convirtió en el asistente del Sheikh Yassin.

Yassin hacía poco que había sido liberado de la prisión luego de un intento de asesinato fallido israelí contra el también líder de la organización Khaled Meshaal en Amán, Jordania, en el que agentes israelíes le rociaron toxinas al oído. El rey Hussein de Jordania exigió que Israel proveyera el antídoto, cosa que hizo, y que liberara a Yassin.

El ascenso al liderazgo

Cuando regresó a Gaza, Haniyeh también volvió a la modesta casa de familia donde había nacido y había sido criado, en el campo de refugiados. Haniyeh se convirtió en un líder popular y bien conocido en toda Gaza, en parte por la regularidad con la que daba sermones en las oraciones del viernes en mezquitas a lo largo del territorio.

En 2006, luego de la victoria de Hamás en las elecciones parlamentarias de la Autoridad Palestina en Gaza y Cisjordania, Haniyeh se convirtió en el primer ministro de un breve gobierno de unidad nacional. Ese gobierno terminó con un complot, apoyado por Estados Unidos, que buscaba derrocar a Hamás valiéndose de las milicias afiliadas a Fatah, su principal rival, que había controlado por completo, hasta ese punto, la Autoridad Nacional Palestina.

El golpe tuvo éxito en Cisjordania pero fracasó en Gaza. Haniyeh permaneció como primer ministro en Gaza mientras que, en simultáneo, Israel imponía un asedio devastador sobre el territorio, con el apoyo y complicidad de los Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, algunos Estados árabes y la autoridad palestina gobernada por Mahmud Abbas en Ramallah.

Haniyeh era reconocido como un conciliador entre las facciones palestinas, y en 2014 dimitió como primer ministro en Gaza en un nuevo intento por alcanzar la unidad nacional. A esto le siguió la firma de un acuerdo con una delegación de la OLP conocido como el acuerdo de Shati, porque fue firmado en la casa de Haniyeh en el campo de al Shati, como se le dice en árabe al campo de refugiados de la playa.

Pero los obstáculos en el camino hacia la unidad —principalmente por la insistencia de la Autoridad Palestina en su colaboración con Israel y las objeciones de los patrocinadores extranjeros del gobierno de Ramallah— torpedearon cada intento por superar la división.

En mayo de 2017 fue elegido como el jefe del politburó de la organización, y sucedió a Khaled Meshaal. Esto coincidió con el lanzamiento de la nueva carta política de Hamás que afirmaba la independencia del grupo de los Hermanos Musulmanes.

El documento señalaba la disposición de Hamás de aceptar un Estado palestino dentro de Gaza y Cisjordania.

Los nuevos estatutos declaraban que "el conflicto es con el proyecto sionista, no con los judíos por su religión. Hamás no entabla una lucha contra los judíos porque son judíos, pero entabla una lucha contra el sionismo que ocupa Palestina. Sin embargo es el proyecto sionista el que constantemente se identifica con el judaísmo y los judíos con su proyecto colonial y entidad ilegal”.

La resistencia es un "derecho legítimo"

Los estatutos revisados también declaran que la resistencia, incluida la armada, "es un derecho legítimo" garantizado por la legislación internacional. Pero también señaló que la resistencia armada era un medio para alcanzar un fin, y que si esos fines (la liberación palestina y la autodeterminación) podían alcanzarse por medios políticos, Hamás estaba preparada para eso.

Hamás tenía la esperanza de que estas concesiones de alto alcance y las aperturas políticas le granjearía su ingreso a la arena política internacional, de una forma similar a la del Sinn Fein, el movimiento republicano irlandés y su brazo armado, el IRA.

Hamás también apoyó las protestas masivas en Gaza que comenzaron en 2018, conocidas como la Gran Marcha del Retorno, un esfuerzo por ganar apoyo internacional y presionar a Israel para que cesara en su asedio. Este último respondió enviando francotiradores para asesinar o lisiar a miles de civiles desarmados.

Topándose con un rechazo inflexible de Israel y Estados Unidos a todas estas aperturas políticas, Hamás no tuvo otra opción que no fuera la resistencia armada continua y en escalada, hasta culminar con la operación Diluvio de al Aqsa el 7 de octubre de 2023.

Con la aceptación del papel de principal líder de Hamás, Haniyeh se reubica de Gaza a Doha. Desde la capital catarí podía llevar adelante diplomacia internacional y negociaciones, incluido un papel central en los esfuerzos, hasta ahora no exitosos, por alcanzar un final a la guerra de genocidio israelí en Gaza y por un intercambio de detenidos.

Luego de su asesinato, Israel reafirmó que todavía busca un acuerdo para liberar a los cautivos en Gaza, una declaración cínica y perversa luego de asesinar al principal interlocutor palestino.

Haniyeh era visto por los palestinos como un líder nacional popular y de envergadura y había ganado un amplio reconocimiento internacional, servía como interlocutor en las grandes capitales del mundo, incluida Moscú, Beijing y Ankara. Una encuesta de opinión conducida en marzo en Gaza y Cisjordania, el genocidio avanzando en su sexto mes, lo presentó ganando 70% de los votos en una contienda contra el líder de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas.

Tras el asesinato en enero de su adjunto y negociador clave, Saleh al Aruri, en Beirut —un acto también ampliamente atribuido a Israel—, el ahora difunto líder de Hamás manifestó:

"Un movimiento que ofrenda a sus líderes y fundadores como mártires por la dignidad de nuestro pueblo y nuestra nación nunca será derrotado, y estos asesinatos tan solo lo hacen más fuerte, más resiliente y más decidido".

Maurren Clare Murphy contribuyó con la investigación.

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Originalmente publicado por Electronic Intifada el 30 de julio, la traducción para Misión Verdad fue realizada por Diego Sequera.

Ali Abunimah es un escritor palestino residenciado en Amán, es el fundador de Electronic Intifada y autor de dos libros sobre su país. 

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