El 9 de octubre de 2023, el ministro de defensa israelí Yoav Gallant, a solo dos días de escalado el conflicto bélico entre Hamás e Israel, anunciaba: "estamos poniendo un asedio completo a Gaza. No habrá electricidad, ni comida, ni agua, ni gas. Todo estará cerrado. Estamos luchando contra animales y actuamos en consecuencia". Tres meses después se informa que más del 90 % de la población de la Franja de Gaza se encuentra en crisis, emergencia y catástrofe alimentaria, y no es todo.
Más del 90% de la población de Gaza con hambre extrema
Según un informe especial del Sistema de Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF o IPC) por sus siglas en inglés, de la Red de Información sobre Seguridad Alimentaria (SFIN), a la cual pertenecen FAO, Programa Mundial de Alimentos y otras 14 organizaciones, agencias, ONGs; alrededor de 2,08 millones de personas en la Franja de Gaza se encuentran dentro de los parámetros de hambre extrema: Fase 3 (Crisis), 4 (Emergencia) y 5 (Hambruna o Catástrofe). Ver imagen 1.
Identificando a 1,9 millones de personas desplazadas, reubicadas en un área cada vez más pequeña y con acceso restringido a ayuda humanitaria.
Y son las hostilidades, los bombardeos por tierra, mar y aire, las operaciones terrestres y asedios a toda la población palestina sin distinción alguna, la principal causa de los niveles catastróficos de hambre en toda la Franja de Gaza.
El hambre: la muerte no asociada a los bombardeos
Además, es la intensificación cada vez mayor de las hostilidades de Israel contra el pueblo palestino, aunque en el informe no se atreven a identificarlo, lo que ocasiona una mayor reducción del acceso a alimentos, servicios básicos, asistencia vital y concentración de personas en refugios inadecuados, estimándose que para febrero de 2024 el 100 % de la población en la Franja de Gaza estará en crisis, emergencia y catástrofe alimentaria (ver imagen 1), esto es, los más de 2,2 millones de personas que habitan en este territorio de 360 Km2, 41 Km de largo y 6 a 12 Km de ancho, con una de sus caras al Mar Mediterráneo, otra a Egipto y por supuesto, con Israel a cuesta. Uno de los territorios más poblados del mundo y no de animales; de gente, de niños, mujeres, hombres, ancianos con derecho a que se le respete su derecho a vivir.
En consecuencia, de continuar Israel con las hostilidades sobre toda la población, como lo ha hecho hasta ahora y ratifica que se extenderá por varios meses, no solo el 100% del pueblo palestino estará afectado por hambre, casi el 80% se encontrará en emergencia alimentaria y catástrofe, significando la falta extrema de alimentos, hambruna, agotamiento de sus capacidades de supervivencia, desnutrición aguda y muerte no asociada con traumas por bombardeos.
Por supuesto, los bombardeos también afectan a la producción de alimentos, la destrucción de tierras agrícolas, infraestructura, invernaderos, almacenes, restricción de todo el comercio alimentario, y en fin, la pérdida de medios agrícolas, ganaderos, y pesqueros que sustentan la alimentación de la población.
Una situación que ha advertido la Autoridad Palestina a través de su Ministerio de Asuntos Exteriores, pidiendo a Naciones Unidas que declare la hambruna en la Franja de Gaza. En pocas palabras, se declare la fase 5 del IPC.
La urgencia de la ayuda humanitaria tres meses después
Como siempre, en la ayuda humanitaria desemboca la forma para atender estas situaciones creadas en medio de conflictos bélicos convencionales o no, no sin antes convertirlas en catástrofes, muestra de ello, es que cuando el propio ministro de defensa israelí, señalaba hace tres meses que matarían al pueblo palestino como animales, por ejemplo, la Unión Europea, a través del comisario europeo de Ampliación Oliver Varhelyi, anunciaba que suspenderían de forma inmediata la ayuda a Palestina como consecuencia de la escalada de Hamás, alegando posteriormente que "la revisión" buscaba el objetivo de impedir que el financiamiento humanitario se utilizara por organizaciones terroristas contra Israel.
Mientras que Estados Unidos, se encargaría de vigilar que el ingreso de la ayuda humanitaria no llegara a manos de Hamás. Una forma de apoyo a la versión del bloqueo generalizado de Israel contra la población indefensa civil de la Franja de Gaza.
Tiempo en el cual, la ayuda humanitaria se retuvo, retiene y seguramente se seguirá reteniendo en la frontera entre Egipto y la Franja de Gaza, de la cual solo el 10 % del total que ha llegado hasta allí, permite Israel pueda ser ingresado para atender a la población que bombardea.
Ayuda humanitaria que en términos financieros ha anunciado el Banco Mundial a través de 35 millones de dólares y la Unión Europea con 118,4 millones de euros, los cuales forman parte de un paquete de financiamiento aprobado a la Autoridad Palestina de 1200 millones de euros desde 2021 – 2024, al mismo tiempo que afirman haber cuadruplicado el desembolso en un año, después de tres meses y haber revisado que no se desviarán a manos de Hamás.
En consonancia, Estados Unidos otorgó 121 millones de dólares para ayuda a Palestina bajo la misma condición; al mismo tiempo que para Israel el presidente Biden solicita ante el Congreso de la nación norteamericana 14 mil 500 millones de dólares en ayuda militar para garantizar su "derecho" a defenderse, adicional a los 3 mil 800 millones de dólares anuales que recibe dentro del financiamiento de los 38 mil millones de dólares desde 2018 y hasta 2028, mientras Naciones Unidas regatea 1 mil 200 millones de dólares para los 2,2 millones de personas de la Franja de Gaza que bombardea Israel todos los días y los 500 mil residentes en Cisjordania.
Esto no es más que, mantener el mismo patrón de uso de la ayuda humanitaria asociado a los intereses estratégicos particulares de cada actor, que de una u otra forma, están involucrados en el conflicto, tal cual se hizo y hace para mantener la guerra en Ucrania o anteriormente en Afganistán, donde se destinaron 52 mil millones de dólares anuales solo en gasto directo para la guerra durante veinte años, y en 2021 ACNUR buscaba donantes para reunir 1 mil 300 millones de dólares y atender el 42 % de la población afgana (13 millones de personas, entre ellas 10 millones de niños) que en ese entonces estaban en emergencia alimentaria.
En fin, cuando el mundo aboga para que cese definitivamente el genocidio contra el pueblo palestino, la "comunidad internacional" vuelve a convertir a la ayuda humanitaria en el centro de atención, cuando esta no llega al 2 % de lo que se le otorga a Israel para que siga bombardeando a Palestina, no desde ahora, desde hace más de medio siglo, mientras a la población que se confina a la Franja de Gaza se le dice todos los días literalmente, que se seguirá trabajando arduamente para mantenerle el apoyo en este contexto, así esa ayuda llegue tres meses después.
En pocas palabras, que sigan aguantando la matanza de su pueblo, que implica bombardeos, acceso humanitario restringido, cierres de cruces fronterizos, bloqueo de suministros esenciales de alimentos, agua, medicinas, combustibles o electricidad, mientras quieran seguir viviendo en su territorio. Un genocidio llevado a cabo con todos los medios puestos sobre la mesa y nadie ha podido hacer nada para detenerlo.
Publicado originalmente en Alimentos y Poder el 1º de enero de 2024.