A finales del año pasado, en el XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh), el presidente Xi Jinping expresó algunas de las claves sobre el crecimiento económico de China:
- Entre 2012 y 2021 el Producto Interno Bruto (PIB) de China aumentó de 54 mil millones de yuanes a 114 mil millones. En este mismo periodo, el volumen total de la economía china con respecto a la economía mundial llegó a 18,5%, con un aumento de 7,2 puntos porcentuales, lo que le aseguró el segundo puesto mundial de las economías más grandes del mundo y dejó a Japón y a Alemania en tercer y cuarto lugar, respectivamente.
- China es la primera potencia en volumen total de comercio de bienes en el orbe, por lo que el presidente Xi resaltó: "Nuestro país se ha transformado en el socio comercial principal de más de 140 países o regiones, y somos de las primeras naciones del mundo en captación de fondos foráneos y en inversión de cara al exterior".
La realidad comercial del continente ha cambiado a pasos acelerados durante los últimos años hasta sellar un giro geoconómico significativo: La República Popular China ha desplazado a EE.UU. como principal socio comercial, lo que explica las crecientes preocupaciones de Washington sobre la continuidad de su posición de histórica hegemonía económica en la región.
Los datos a continuación, presentados bajo un método comparativo del intercambio comercial entre Estados Unidos y China en la región, reflejan este salto cuantitativo a escala de América del Sur (*), y específicamente de Brasil, dinamo industrial y económico que tiene un peso específico de influencia en la evolución de estos cambios.
Como punto de partida el año 2010 ofrece una visual de su avance comercial que se conecta con la consolidación de la política exterior china en la región. Se pueden considerar los siguientes elementos doctrinales fundamentales previos:
- En 2008 se publica el primer documento de la política sobre América Latina y el Caribe del gobierno chino, en el que presentó el objetivo de establecer una asociación integral con la región.
- En 2009 China lanzó un nuevo plan, el Programa Piloto de Liquidación Comercial Transfronteriza del Yuan, para avanzar gradualmente hacia la internacionalización de su moneda.
Acorde con los gráficos, en 2015 se observa el punto de encuentro de las curvas de comercio exterior entre ambos países. Esto tiene sentido al tomar en cuenta que el Fondo Monetario Internacional (FMI) incluyó al yuan en la cesta de divisas de los Derechos Especiales de Giro (SDR), y se convirtió en la moneda oficial de más de 180 países miembros del FMI junto con el dólar estadounidense, el euro, el yen japonés y la libra esterlina.
Además, ese mismo año se celebró la Primera Reunión Ministerial del Foro Celac-China que tuvo lugar en Beijing, desde la cual se logró adoptar el Plan de Cooperación China-Estados Latinoamericanos y Caribeños (2015-2019). Este mecanismo permitió que la región cobrara un rol predominante en la política exterior del país asiático y en la inclusión de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Además, por supuesto, el encuentro interhemisférico generó el empuje hacia el gran ascenso de China en materia comercial con la región latinoamericana, desde 2016 en adelante.
En cuanto a los flujos comerciales de Estados Unidos con América del Sur, se muestra el descenso pronunciado de las importaciones y exportaciones estadounidenses desde 2014, con otra caída estrepitosa en pleno auge de la administración de Donald Trump a partir de la cual, a grandes rasgos, se puede inferir que siendo el petróleo el principal recurso de interés para Estados Unidos, y la cercanía geográfica con la región, el inicio de la imposición de "sanciones" unilaterales contra Venezuela marcó un punto de inflexión considerable en el volumen de intercambio comercial norte-sur.
A la vez este cambio comercial de Estados Unidos con las naciones del sur del continente puede atribuirse a los efectos de la desaceleración económica global que arrastran desde la crisis financiera de 2008, de la cual fue país epicentro. Se suman otros factores como la disminución de precios de las materias primas años atrás y la competencia global en la producción y exportación de bienes y servicios con facilidades financieras y logísticas.
En conclusión, desde 2016 las exportaciones de China comenzaron a superar a las estadounidenses, y se fue ampliando la distancia desde 2019 en adelante. Por el lado de las importaciones, la ventaja tomada por la potencia asiática se ha profundizado desde el año 2016, mientras que Estados Unidos ha tenido un descenso pronunciado desde 2018 sin lograr recuperar en los últimos dos años los mínimos registrados desde 2016.
Brasil lidera la región
A propósito de la visita a China por parte del presidente de Brasil, Lula da Silva, es necesario comentar que existe un antecedente importante en el relanzamiento de la cooperación económica binacional: El anuncio reciente del establecimiento de acuerdos de compensación en yuanes entre los bancos centrales de ambos países.
Los gráficos señalan que, por casi 10 años consecutivos, China ha sido el mayor socio comercial de Brasil y, por ende, el país más importante dentro de su balanza comercial.
Brasil es la economía más grande de la región latinoamericana, y es un importante proveedor de materias primas como la soja, el hierro y el petróleo. En el caso de los metales industriales, para China la demanda de hierro es crucial pues es la base de la producción de acero, cuya aleación sirve para la construcción, la industria, el sector automotriz y maquinarias.
Con la soja un hecho destacado fue la rivalidad comercial desatada por la administración de Donald Trump, finalmente beneficiosa a Brasil ya que China viró su comercio de alimentos fuera de Estados Unidos y los exportadores agrícolas del país sudamericano tomaron un lugar preponderante.
Hace cinco años el profesor de Política de Desarrollo Global de la Universidad de Boston, Kevin Gallagher, dijo en una entrevista: "Brasil ha ganado la lotería de China".
En líneas generales es evidente que el surgimiento de China como nuevo centro de gravedad comercial en la región ha relegado a Estados Unidos, que por la negligencia en la imposición de sus políticas excepcionalistas y de injerencia a las naciones del sur ha visto mermada su influencia comercial, lo que trajo consigo una orientación hacia China como alternativa confliable y segura.
(*) América del Sur: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.