A inicios de mes de agosto, la agencia S&P Global Commodity Insights reportó que los flujos del gas ruso alcanzaron un récord de suministro a Europa, pero a través de las tubería del gasoducto TurkStream, y así se registró la cifra más alta desde diciembre pasado: 2,28 mil millones de metros cúbicos en julio de 2023, cuyos principales beneficiarios fueron Hungría y Serbia.
Türkiye juega un rol geoestratégico importante debido a que funge de corredor para el tránsito de gas natural ruso por medio del mar Negro. Con las circunstancias geopolíticas actuales, posee grandes posibilidades de convertirse en un centro gasífero regional, específicamente al sur y al este de Europa.
En octubre de 2022, el presidente ruso Vladímir Putin y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, sostuvieron una importante reunión donde se planteó construir un centro de gas ruso en Türkiye para desarrollar aún más el comercio a terceros países; incluso se consideró la importancia de iniciar la construcción de otro gasoducto para cubrir la demanda de ese hidrocarburo, porque sólo con el TurkStream y el BlueStream no sería suficiente de cara a la expectativa de hacer del país anatólico el hub por excelencia entre Europa y Asia.
Sin duda convertiría a Türkiye en un factor crucial en el sector energético, precisamente por su ubicación geográfica. Sobre los avances del proyecto, recientemente la parte rusa ha expresado algunas consideraciones:
- El viceprimer ministro de Rusia, Alexander Novak, dijo en una entrevista que Gazprom está trabajando con Türkiye para incluir otros posibles participantes en el proyecto, como Azerbaiján o Irán.
- El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, afirmó que continúan estudiando todas las variables de ese gran proyecto de cooperación energética, sobre todo la fijación de precios. En este contexto, funcionarios turcos relacionados con las negociaciones comentaron a Middle East Eye que "nos gustaría conseguir derechos de reventa del gas ruso y reexportarlo. Necesitamos un descuento de Moscú para hacerlo".
Por otro lado, el partido político al que pertenece el presidente Erdogan presentó el pasado marzo un proyecto de ley para estructurar las próximas dinámicas comerciales del gas en ese país y promover un mercado más competitivo, señal clara de la valía del desarrollo propuesto por Rusia.
La crisis ucraniana y las sanciones hacia el sector energético ruso han afectado los suministros de gas a Europa. No obstante, ese recurso continúa llegando a la región europea por distintas vías bajo el mecanismo de la reventa, lo cual ha distorsionado notablemente los intercambios comerciales de ese sector.
Cabe destacar que el destruido gasoducto Nord Stream 2 pudo haber convertido a Alemania en un núcleo importante en el mercado europeo del gas. Ahora, el gasoducto TurkStream ha cobrado mayor relevancia como ruta alternativa para que el gas ruso llegue a Europa, pues es conocido por ser relativamente barato en comparación con otras fuentes de gas natural, siendo un recurso de gran atractivo comercial dentro del mercado global.
Türkiye, al distinguirse como un punto clave comercial, aprovecha —y lo seguirá haciendo— las amplias ventajas que ofrece fungir como base de redistribución del gas proveniente de la federación eslava.