La existencia de la viruela del mono se empezó a conocer desde que se registraron varios casos en Europa. Antes solo se trataba de una enfermedad endémica que solo se padecía en países africanos.
Actualmente, por la cantidad de casos que se registran en varios países, y sobre todo la rápida propagación, existe el temor de que la también conocida como la viruela símica se convierta en una pandemia.
Qué es, cómo se contagia, quiénes están en riesgo y cómo protegerse son interrogantes que responde la Organización Mundial de la Salud.
- El igual que el covid-19, es una enfermedad zoonótica viral, lo que significa que puede transmitirse de animales a humanos. También se puede propagar de persona a persona.
- Los síntomas generalmente incluyen fiebre, dolor de cabeza intenso, dolores musculares, dolor de espalda, poca energía, ganglios linfáticos inflamados y erupciones o lesiones en la piel.
- ¿Te puedes morir? En la mayoría de los casos, los síntomas de la viruela desaparecen por sí solos en unas pocas semanas, aunque puede haber complicaciones. Las personas inmunodeprimidas son las que corren más riesgo. Solo entre 6% y 3% de los contagiados ha muerto.
- Se puede contraer esta afección a través del contacto físico con alguien que tiene síntomas. Las erupciones, los fluidos corporales (como fluidos, pus o sangre de lesiones en la piel) y las costras son particularmente infecciosos. El contacto con objetos que han estado en contacto con la persona infectada como la ropa, cama, toallas u objetos como utensilios para comer también pueden representar un foco de infección.
- Puede disminuir el riesgo de contagio limitando el contacto con personas que sospechen tener la dolencia o sean casos confirmados. Lave la ropa, toallas y sábanas de la persona contagiada y los utensilios para comer con agua tibia y detergente. Limpie y desinfecte cualquier superficie contaminada y elimine los desechos contaminados (como los apósitos) de manera adecuada.
- La viruela del mono generalmente no se considera muy contagiosa porque requiere un contacto físico cercano con alguien que sea contagioso (por ejemplo, piel con piel). El riesgo para el público es bajo. Por eso no es probable que se convierta en pandemia.