Estados Unidos ha promovido el ingreso de combatientes extranjeros en territorio ucraniano, incluso ciudadanos estadounidenses con claras inclinaciones supremacistas. ¿Qué ocurrirá cuando esos mercenarios retornen al país luego de haberse fogueado en la actual guerra?

La periodista Helena Villar, corresponsal de RT en Estados Unidos, expone en un reportaje que las autoridades estadounidenses sienten preocupación por el desenlace de la situación antes mencionada. Reveló que en un documento de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza señalan que grupos neonazis ucranianos están reclutando a supremacistas blancos para que se unan a la lucha.

El detalle, refiere la periodista, es que el gobierno no tiene control sobre los combatientes neonazis que se suman a la guerra por su cuenta, lo que supone un peligro interno para la nación en caso de que algo se salga de control. El temor es por el tipo de entrenamiento que estén recibiendo en Ucrania y si eso pudiera proliferar en suelo estadounidense.

El documento y lo que allí se expone fue minimizado por la prensa occidental, señalando los combatientes son interrogados al salir, lo que no es suficiente para detener las intenciones de los que se van a la guerra.

Que los supremacistas estadounidenses vayan a combatir en Ucrania supone un arma de doble filo para la seguridad interna de Estados Unidos, que ya resulta una situación frágil por la venta de armas sin control alguno.