A pesar de las amenazas de Estados Unidos, Nicaragua aprobó el ingreso de tropas militares, naves y aeronaves extranjeras con fines humanitarios, principalmente las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia.
"Nosotros estamos en nuestro propio patio, ni el delantero ni el trasero, es nuestro propio patio, y es lo que nos da la libertad total y soberana para poner en la dimensión que corresponde el agradecimiento a una nación [Rusia] que no nos ha quitado, que siempre nos ha dado", expresó el diputado Moisés Absalón Pastora, aliado del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), durante la plenaria de la Asamblea Nacional en la que se aprobó el ingreso militares extranjeros, reseña Sputnik.
A principio de junio, el presidente Daniel Ortega autorizó el ingreso de militares de varios países, y también que militares nicaragüenses viajen a otras naciones. Rusia, Estados Unidos, México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Venezuela, República Dominicana y Cuba son los invitados para colaborar en tareas como: adiestramiento, intercambio en operaciones de ayuda humanitaria, misiones de búsqueda, salvamento y rescate en situaciones de emergencia o desastres naturales.
Por su parte, el asesor para asuntos de seguridad hemisférica de Estados Unidos, Juan González, afirmó que su país está considerando tomar "medidas contundentes" contra Nicaragua, para excluirla del Tratado de Libre Comercio con Centroamérica y República Dominicana (DR-CAFTA, por sus siglas en inglés).
Como bien dice el diputado sandinista, ningún país del América Latina es patio trasero de Estados Unidos y cada uno puede tomar la decisión soberana de hacer intercambios en materia de seguridad. Que Rusia sea el país invitado a Centroamérica despierta los viejos temores del imperio, sobre en el actual contexto en el que el país euroasiático muestra su capacidad militar.