Este viernes, el gobierno de Reino Unido aprobó la extradición del cofundador de WikiLeaks, Julian Assange, decisión que afirma el carácter de sumisión y poca autonomía que tiene ese país de los designios imperiales.
El trámite fue aprobado por la ministra de Interior, Pietri Patel, luego de que hace un mes el caso pasara a ese ministerio. De acuerdo al gobierno británico, la extradición ocurre porque Estados Unidos prometió no matar a Assange.
No cabe duda de que estas declaraciones buscan suavizar el acontecimiento ante la opinión pública y que la entrega del cofundador de WikiLeaks se realiza con un guiño entre las autoridades británicas y estadounidenses.
Este viernes 17 de junio representa un "día oscuro para la libertad de prensa y la democracia británica", dijo el portal.
Como es sabido, Assange es buscado por Estados Unidos porque filtró documentos de las masacres perpetradas por ese país durante la invasión a Iraq y otros países de Medio Oriente.
Irónicamente, el Departamento de Justicia estadounidense presentó 17 cargos contra Assange por violar la Ley de Espionaje, alegando que el material obtenido por Wikileaks ponía en peligro vidas. Seguramente no se refiere a los afganos o iraquíes asesinados.