Mar. 03 Diciembre 2024 Actualizado 4:44 pm

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Juan Guaidó es la representación del fracaso sistemático de la oposición venezolana por llegar al poder (Foto: AFP)

Siete hitos del fallido proyecto Guaidó

El exdiputado Juan Guaidó ya está en territorio estadounidense, luego de anunciar durante semanas que las autoridades venezolanas se preparaban para detenerlo. Además subrayó el pasado lunes 24 que llegó a Colombia a pie, "de la misma manera que lo han hecho millones de venezolanos antes que yo".

Con su salida del país se cierra otro —quizás el último— capítulo del llamado "proyecto Guaidó" que buscó derrocar al gobierno venezolano por distintas vías, todas fallidas. Desde su autoproclamación como "presidente interino", apoyada principalmente por la Unión Europea y Estados Unidos, como si de autoridades globales se tratara, el saldo ha sido un robo monumental a bienes del Estado y un desmejoramiento de la calidad de vida de la población.

Además de las llamadas "sanciones", las élites económicas que lo apoyaron instrumentaron medidas de sabotaje a la moneda, terrorismo, boicot y acaparamiento de alimentos que desconfiguraron la economía. A continuación un top de los peores ángulos y episodios del "interino":

1. Oferta engañosa

Desde aquel acto en la plaza Juan Pablo II de Chacao en enero de 2019 el operador político del partido Voluntad Popular (VP) estableció como mantra el "cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres". Con ese eslogan dejó en el imaginario antichavista, y hasta en un sector disidente, la idea de que ello se lograría de manera rápida y definitiva.

La primera dificultad fue definir con contundencia tanto la usurpación como la legalidad de una transición, además de la factibilidad de un proceso electoral "libre", como intentó incubar la prensa alineada al cambio de régimen. Esto no lo llegó a concretar, por lo que el eslogan en cuestión no pasó de ser un recurso narrativo.

Ante el pasar del tiempo y la poca disponibilidad de resultados se dio en el mundo opositor el debate entre quienes decían que necesitaba tiempo y quienes exigían resultados inmediatos. No quedaron fuera quienes se percataron de las irregularidades del plan, pero todos coincidieron en que lo ofertado no llegaba mientras se enriquecía el entorno del entonces nuevo líder opositor. Al archipiélago que generó la falta de resultados se sumó el grupo más radical que le criticaba haber aceptado ir al proceso de diálogo nacional cuando perdió popularidad.

2. Popularidad ilusoria

Muchas de las decisiones tomadas por el grupo que gestionaba el "interinato" se basaron en la creencia de que aglutinaba la voluntad de las mayorías —quizás una proyección del nombre de su partido—. Sin embargo, desde su autojuramentación hubo grietas debido a que se llegó a criticar lo inconsulta de la misma. Según medios opositores, el día anterior al 23 de enero de 2019 las élites antichavistas acordaron que Guaidó declararía al presidente Nicolás Maduro en usurpación de funciones, y también iban a impulsar el relato de que la Asamblea Nacional (AN) que presidía era legítima y que sus competencias fueron asaltadas.

Se dice que ni Primero Justicia (PJ) ni Acción Democrática (AD) ni Un Nuevo Tiempo (UNT) estaban al tanto de la juramentación que se produjo en la concentración realizada en Chacao. Esta, entre otras jugadas políticas unilaterales de VP, obligó a los mencionados partidos y su constelación de organizaciones satélites a aglutinarse en torno al "interinato", aun viendo venir el fracaso.

3. Inconsistencia

Entre el 23 de enero de 2019 y el siguiente 22 de febrero el exdiputado acumuló dudas dentro del antichavismo. Uno de los hitos que erosionó la confianza fue la reunión con el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello. Guaidó se presentó encapuchado al encuentro y luego pretendió negar que hubiese ocurrido. Todo se fue a peor cuando trató de evadir las preguntas de la presentadora de CNN, Patricia Janiot, mediante juegos de palabras y frases inconexas. Ese mismo mes denunció junto a su esposa una presunta incursión de la policía en su residencia, donde se encontraba su bebé. El lenguaje corporal relajado de ambos prefiguró el montaje, recurso que ha sufrido de abuso por parte de su grupo político.

No fue la única denuncia inconsistente, varias veces el exdiputado denunció posibles allanamientos que no se llevaron a cabo, así como manifestaciones que convocó y no cumplieron las expectativas mediáticas. Al comienzo de su declive, antes de la pandemia global, sus actos públicos fueron acompañados de participación exigua y hasta de reclamos airados por parte de sus seguidores.

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Una falla de origen del "plan Guaidó" fue la reunión negada con el vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello (Foto: Archivo)

4. Cucutazo y guiso humanitario

Luego de su autojuramentación Guaidó anunció que el 23 de febrero ingresarían toneladas de ayuda humanitaria provenientes de Estados Unidos y otros aliados al país, supuestamente para palear la "crisis humanitaria". Ello ocurrió en medio de un concierto llamado Venezuela Aid Live y de la presencia de varios presidentes del extinto Grupo de Lima como Sebastián Piñera (Chile), Iván Duque (Colombia) y Abdo Benítez (Paraguay). En el simulacro mediático participaron artistas internacionales como Juanes, Carlos Vives y Alejandro Sanz con el fin de recolectar fondos para la "ayuda humanitaria".

Llegado el día sus "voluntarios", quienes en realidad eran guarimberos contratados, quemaron dos de las ocho gandolas con la supuesta carga humanitaria proveniente desde el vecino país. La jornada terminó con lesionados y muertos tanto en la zona fronteriza como en otras ciudades del país.

Días después un trabajo de investigación de The New York Times confirmó que los camiones fueron quemados por los manifestantes de la ultraderecha, lo que sumado a la frase de Guaidó: "Destruir la ayuda humanitaria es un delito de lesa humanidad" desmoronó más su ya endeble talante discursivo.

Por si fuera poco, los días siguientes fueron develados casos de corrupción en torno a los fondos recaudados. Se supo que funcionarios designados por Guaidó para administrarlos, entre ellos Rossanna Barrera y Kevin Rojas, participaron en irregularidades administrativas y, en particular, la mujer acusó al "interino" como responsable del mal manejo de los fondos.

También 1 mil 285 funcionarios militares, puestos a la orden del gobierno fake, fueron desalojados de hoteles de Cúcuta en medio de escándalo de prostitutas, alcohol y violencia. En septiembre de ese año se divulgaron fotos de Guaidó con líderes armados paramilitares y narcotraficantes de Los Rastrojos, quienes lo trasladaron a Colombia el día del evento. Todo sumaba a disolver el apoyo internacional.

Posteriormente CNN en Español publicó un trabajo en el que declara que el magnicidio en grado de frustración del 4 de agosto de 2018 contra el presidente Maduro se planificó en Colombia y la pieza audiovisual incluyó un fragmento de una entrevista en la que Guaidó aparece afirmando que fue un invento del mandatario para victimizarse.

5. Golpe fallido y fuga de Leopoldo López

La mañana del 30 de abril de 2019 Guaidó se dirigía al país, acompañado de un grupo de militares, y pedía a los venezolanos salir a las calles a derrocar el gobierno constitucional. En los alrededores de la base aérea Generalísimo Francisco de Miranda, ubicada en La Carlota (Caracas), estuvo acompañado de diputados de la AN electa en 2015 y varios políticos, entre ellos Leopoldo López, quien acababa de ser liberado ilegalmente por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) implicados en el plan de golpe. Ese día Guaidó desapareció de una marcha donde participaban decenas de opositores, mientras López se refugiaba en la embajada de Chile.

Fracasada la empresa afirmó que "la fase definitiva de la Operación Libertad para el cese de la usurpación" iba a continuar ese 1º de mayo, fecha para cuando ya se habían convocado protestas. Posteriormente se supo que en el golpe participó el entonces director del Sebin, general Manuel Cristopher Figuera, quien terminó asilado y protegido por Washington en Estados Unidos, desde donde se ha pronunciado en contra del gobierno nacional.

6. Fracaso en la Operación Gedeón

Una incursión militar dirigida por el exgeneral Clíver Alcalá y apoyada desde Colombia inició el domingo 3 de mayo de 2020, la operaba un grupo de militares desertores venezolanos y dos mercenarios estadounidenses que desembarcaron en los estados costeros La Guaira (Macuto) y Aragua (Chuao).

Participó una empresa de seguridad llamada Silvercorp liderada por el estadounidense y exsoldado de fuerzas especiales de Estados Unidos, Jordan Goudreau. La tarea: Derrocar al presidente Maduro.

En el primer ataque murieron seis de los desertores y en el segundo varios más fueron capturados tanto por pescadores de la zona como por fuerzas de seguridad, luego entregados a la justicia.

Un reporte de AP News mostró detalles de cómo Alcalá aceptó ser el responsable de las armas y acusó a Guaidó de traicionar un contrato que había firmado con "asesores estadounidenses" (Goudreau) para derrumbar al gobierno. Agrega el reporte:

"Excepto de un pago de 50 mil dólares por gastos, Silvercorp nunca cobró el acuerdo firmado con los aliados de Guaidó. Durante la redada Goudreau también admitió seguir adelante con la invasión sin el apoyo de Guaidó, aunque sí demandó a uno de sus ayudantes, el analista político J.J. Rendón, el año pasado, por incumplimiento de contrato".

7. Destrucción de Citgo y Monómeros

Luego de que el Departamento del Tesoro entregó el control de la empresa Citgo Petroleum Corp., propiedad del Estado venezolano, al gobierno fake, varios acreedores de Venezuela presionaron para vender la empresa y saldar deudas. Entre ellos está Crystallex International Corp., transnacional que exige casi mil millones de dólares por una mina de oro que fue nacionalizada en Venezuela, y la empresa Owens-Illinois. Además está la compañía petrolera ConocoPhillips, que reivindica unos 1 mil 300 millones de dólares por supuestos activos incautados, y los tenedores de bonos de PDVSA en incumplimiento que están parcialmente garantizados por acciones de Citgo Holding.

La junta ad hoc de Citgo, instalada por Guaidó, hizo poco y nada para que el litigio no favoreciera a las transnacionales. Incluso uno de ellos, José Ignacio Hernández, fue funcionario de Owens Illinois antes de ser "fiscal general" de Guaidó. El interinato gastó decenas de millones de dólares en abogados para "proteger" la empresa, sin embargo todo terminó en una cesión sistemática de los bienes venezolanos a favor del corporativismo estadounidense; lo que dijeron combatir fue reforzado con sus acciones.

En mayo de 2019 Guaidó tomó el control de la empresa de fertilizantes Monómeros de Venezuela y designó nuevos integrantes para la junta directiva, cuyo motivo exhibido era recuperar su rendimiento ante el impacto de las "sanciones" impuestas por Estados Unidos y sus países aliados contra Venezuela —las mismas que Guaidó se dedicó a promover con insistencia—, que venían afectando su rendimiento. Para ese entonces, Monómeros ya reportaba problemas en su capacidad de producción, estaba trabajando a 10% de su capacidad total.

El desastre administrativo, impulsado por la repartición de cargos en la empresa por parte de los partidos del G4 (PJ, UNT, VP y AD), fue develado por la denuncia del exembajador de Guaidó en ese país, Humberto Calderón Berti, sobre la intromisión de representantes de partidos políticos de la alianza opositora en el manejo de la empresa de fertilizantes. Ni siquiera se emitió un informe al respecto.

En 2021 el gobierno del expresidente colombiano Iván Duque intervino la empresa para "subsanar una situación crítica de orden jurídico, contable, económico y administrativo", poner orden financiero, corregir su rumbo y proteger los intereses de los inversionistas que pudieran salir afectados. Calderón Berti señaló a principios de julio de 2022 que Leopoldo López era el principal responsable en los hechos de corrupción en Monómeros.

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Monómeros de Venezuela, empresa quebrada por el proyecto fallido de Juan Guaidó (Foto: Twitter)

Entre errores y fantasías se fue desapareciendo de la agenda noticiosa y también del debate político nacional. Lo que ha llegado a Miami es la expresión más concreta de lo que su clase política ha elaborado en los últimos años de antipolítica y desprecio hacia Venezuela. No se trata solo de un personaje que huye de sus responsabilidades penales sino de un estruendoso proyecto fallido del ala más radical de la corporatocracia estadounidense, que se sabe derrotada y pide un nuevo marco para negociar.

— Somos un grupo de investigadores independientes dedicados a analizar el proceso de guerra contra Venezuela y sus implicaciones globales. Desde el principio nuestro contenido ha sido de libre uso. Dependemos de donaciones y colaboraciones para sostener este proyecto, si deseas contribuir con Misión Verdad puedes hacerlo aquí<