La Unión Europea se ha pagado unos 185 mil millones de euros (equivalente a poco más de 203 mil millones de dólares) de más por las importaciones de gas desde que impuso sanciones contra Rusia por la guerra de Ucrania.

El cálculo fue hecho por Sputnik basado en datos de Eurostat y arroja que desde febrero de 2022, cuando Bruselas empezó a imponer sanciones, el gasto medio mensual en importación de gas de la UE ha aumentado a 15 mil 200 millones de euros. De esta cantidad, 7 mil 700 millones de euros se han gastado en gas natural licuado (GNL), mientras que los 7 mil 500 millones de euros restantes se han destinado a gasoductos.

Esto contrasta con los pagos que hacía antes de las medidas cuando los países europeos pagaron una media de 5 mil 900 millones de euros por el gas (3 mil 600 millones de euros por el gas por gasoducto; 2 mil 300 millones de euros por el gas licuado).

Se estima que los Estados miembros de la UE gastaron en el transcurso de 20 meses un total de 304 mil millones de euros en importaciones de gas, mientras que anteriormente esos gastos se acumulaban a lo largo de varios años.

Europa ha tenido que lidiar con las consecuencias de comprar la energía más cara mientras Estados Unidos ha estado obteniendo ganancias estimadas en 53 mil millones de euros. Otros países que se han beneficiado de la lucha de la UE por encontrar alternativas a la energía rusa son el Reino Unido (27 mil millones de euros), Noruega (24 mil millones de euros) y Argelia (21 mil millones de euros).

Se supone que las sanciones se aplicaron para poner a Rusia contra la pared. Sin embargo, se ha beneficiado del aumento de los precios de la energía que le ha permitido el ingreso de 14 mil millones de dólares, la misma cantidad que recibió Qatar y otros países por venta de energía.