En los últimos años se han visto señales claras de que están surgiendo nuevas arquitecturas financieras, alternativas al "orden internacional basado en normas" del dólar que, como se ha visto, ha sido utilizado como arma de guerra contra aquellos países que no se pliegan a los designios del Occidente colectivo.

Así, el bloqueo financiero a Rusia, tras el inicio de la Operación Militar Especial en Ucrania, fue un mensaje para todos los países que pudieran verse reflejados en ese espejo. Este “escarmiento” entre otras cosas sirvió para que se adelantara un proceso de desdolarización que ya se gestaba al fragor de los abusos del Norte Global contra aquellos posibles competidores, o simplemente contra aquellos que no se sumaban a sus agendas.

En el año 2023 fueron más evidentes nuevos mecanismos de comercio y de pago, creación de fondos de reservas e intercambio comerciales con monedas locales. Todos estos mecanismos que antes parecían incipientes alternativas a la visión unipolar establecida, ya toman mayor impulso dentro de bloques emergentes como los Brics, que se proyecta como un contrapeso del G7 (compuesto por el Reino Unido, Alemania, Italia, Canadá, Francia, Japón y EE.UU.) con una visión multipolar.

Los Brics, conformados inicialmente por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, ampliado posteriormente con la incorporación de Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, superaron a los países del G7 en participación en el PIB mundial, según informó la presidenta del Banco Central de Rusia, Elvira Nabiúlina. La funcionaria detalló que la cuota del bloque en la economía mundial pasó de 31 % a 35 %.

Pese a las expectativas que se generaron el año pasado con la incorporación de Argentina, quedó descartada la participación del país suramericano porque su presencia en el bloque estaba condicionada a los resultados de las elecciones presidenciales, en las que resultó ganador Javier Milei.

La desdolarización en la agenda rusa

Rusia asumió formalmente la presidencia de los Brics este martes 30 de enero con varios retos en el panorama: darle continuidad al proceso de creación y desarrollo del mundo multipolar, más justo y equitativo, y que permita avanzar en el fortalecimiento del papel de los países en vías de desarrollo, en el proceso global de toma de decisiones.

Para ello la federación elaboró una agenda con cuatro puntos claves que sirven como hoja de ruta para continuar con el proceso de desdolarización propuesto por el bloque. La presidenta del Banco Central ruso los enumera de la siguiente manera:

• Desarrollo del ámbito de los mecanismos de pagos: grupos especialistas están trabajando en esto y se incluyen las monedas digitales y la interacción de los sistemas de pago. "Este año queremos centrarnos más en las liquidaciones en monedas nacionales", dijo.
• Liquidación en monedas nacionales: durante la presidencia de Rusia se hará énfasis en el uso de monedas locales.
• Tecnologías financieras: se trabaja en automatización de los sistemas de identificación transfronteriza, que permitirá obtener servicios financieros en otro país del bloque económico. Rusia propone a otros miembros de la plataforma llevar a cabo "ejercicios cibernéticos transnacionales" para fortalecer la seguridad en el sector financiero.
• Agenda de desarrollo sostenible y la adaptación de las economías al cambio climático: Rusia quiere llevar este debate a la agenda del bloque con miras a desarrollar normas para los bonos verdes y de adaptación.

Si todavía existe duda de que los Brics puedan cambiar la arquitectura financiera global, basta señalar que son la principal instancia emergente interregional cuyos países miembros, sin contar con la incorporación de los nuevos, representa más de 30% del PIB mundial, 30% del territorio del planeta, 18% del comercio internacional, 43% de la población y ha atraído 25% de las inversiones extranjeras directas del mundo. Además, el interés que despierta su conformación ha generado que más de 30 países estén solicitando formalmente ser parte de esta organización.