Los investigadores del Pentágono están estudiando si uno de sus propios soldados estuvo detrás de la explosión que sacudió la base ilegal de Green Village, que alberga las fuerzas de la coalición estadounidense en la provincia de Deir Ezzor, al norte de Siria.
Citando a tres funcionarios de defensa y un comunicado de los militares, CNN reveló que el ejército estadounidense está siguiendo actualmente pistas de que las explosiones del 7 de abril de este año fueron un "ataque interno".
"El CID del Ejército y el OSI de la Fuerza Aérea están llevando a cabo una investigación conjunta del incidente. Se ha identificado a un posible sospechoso, un miembro del servicio estadounidense", dice el comunicado militar, reseña The Cradle.
En un principio, las autoridades militares estadounidenses indicaron que el incidente, que dejó cuatro soldados heridos, estaba relacionado con un cruce de disparos con grupos de bandidaje locales, posteriormente dijeron que fue un ataque con explosivos.
Según el informe, el principal sospechoso ya no está en Siria y no queda claro si tenía la intención de causar víctimas en masa, dado el grado de los explosivos utilizados.
Recordemos que presencia de fuerzas estadounidenses en Siria es ilegal según el derecho internacional y en muchos casos ha sido un factor de apoyo para los grupos extremistas de la zona.