El presidente de Guyana, Irfaan Ali, apeló al apoyo militar de Estados Unidos para protegerse de una supuesta amenaza de Venezuela. Se ampara en la alianza que tiene con el Comando Sur luego de que, tras las voluntad de reconocer la soberanía histórica sobre su territorio más oriental reflejada en el Referendo Consultivo del domingo pasado, el Estado Venezolano decidiera tomar las primeras acciones en resguardo de la Guayana Esequiba.
En entrevista con AP dijo que asumía como una hostilidad el hecho de que el gobierno venezolano ordenara a sus empresas estatales explorar y explotar petróleo y minerales en el territorio Esequibo, el cual Guyana asume como suyo sin ningún respaldo legal e histórico.
Desde que la disputa por esa zona se calentó, el gobierno guyanés ha dado rienda suelta al recurso militar de Estados Unidos a su favor. Una muestra de ello puede verse en el hecho de que la nueva embajadora estadounidense, Nicole Theriot, haya sido recibida y presentada oficialmente por la generala Laura Richardson, jefe del Comando Sur, aun cuando el protocolo establece que ese acto es estrictamente diplomático. También se refleja en el proceso de militarización del país con ayuda estadounidense.
Por su parte, el gobierno de Maduro condenó la declaración de su homólogo y lo acusó de actuar de manera irresponsable al dar luz verde al Comando Sur de Estados Unidos para ingresar a la región del Esequibo. Criticó que, "actuando bajo el mandato de la transnacional estadounidense ExxonMobil, está abriendo la posibilidad de instalación de bases militares a una potencia imperial, lo que amenaza la zona de paz que se ha delineado en esta región".
#Comunicado Venezuela condena las recientes declaraciones del presidente Irfaan Alí, quien de manera irresponsable ha dado luz verde a la presencia del Comando Sur de los Estados Unidos en el territorio de la Guayana Esequiba, sobre el cual Guyana mantiene una ocupación de facto… pic.twitter.com/vh9zQ74KZ1
— Yvan Gil (@yvangil) December 6, 2023
Ha quedado demostrado que todo el Comando Sur está defendiendo los intereses energéticos de su país en la región a través de ExxonMobil y no de Guyana y sus habitantes, cuya pobreza deja entrever que los recursos petroleros que está recibiendo el país no los están beneficiando.
Al panorama hay que añadir que el negocio petrolero establecido entre la ExxonMobil y Guyana pudiera estar impregnado del contrabando de oro y drogas. Un reporte de Reuters indica que el gobierno estadounidense advirtió a la petrolera que evitara hacer negocios con dos magnates mineros en Guyana por sospechas de lavado de dinero, tráfico de drogas y contrabando de oro. Sin embargo, siguió adelante con las negociaciones y llegó a un acuerdo con estos empresarios para construir una base logística terrestre de 300 millones de dólares.