Un documental de RT señala que Ucrania no solo exporta granos, sino que también es líder en exportación de órganos humanos para el mercado negro occidental. Los principales recursos humanos para este negocio, que se empezó a expandir tras el conflicto en el Dombás en 2014, serían soldados muertos en la guerra y niños huérfanos.

Pero este macabro negocio no sería posible sin la participación del Estado ucraniano y varias ONG internacionales. El material audiovisual documenta que Rada Suprema del país de Europa del Este legalizó en el 2021 la donación de órganos por sus ciudadanos a título póstumo, sin su consentimiento notarial ni el de sus familiares, lo que, sin duda alguna, le quitaría trabas al sistema de venta de órganos.

"Existe una base de datos especial que coopera con clínicas extranjeras", según el medio ruso, quien además señala que el camino quedó más despejado aún cuando en 2022 se aprobó otra ley que deja exento de impuestos los trasplantes de órganos.

Este fenómeno no es nuevo y los primeros negocios de trasplantes de órganos se registraron en Serbia tras la llegada de la OTAN luego del estallido de la Guerra de los Balcanes. Lo mismo ha ocurrido en África y los países árabes que vivieron ocupaciones ilegales extranjeras.

Olena Kushnir, conocida como doctora muerte, símbolo de la resistencia en Kiev, dijo abiertamente que las corneas y otros órganos ucranianos eran "bienvenidos" en Occidente. Incluso han dejado morir soldados heridos cuando son potenciales donantes. Cualquiera que llegue herido a un centro de salud, sea soldado o civil, corre el riesgo de que quede como un cascarón vacío.