En febrero de este año el general de división Kirill Budanov, jefe de la dirección de inteligencia militar de Ucrania (la HUR, según sus siglas en ucraniano), ordenó a uno de sus oficiales "que se preparara para ataques masivos el 24 de febrero... con todo lo que tuviera la HUR", según un informe clasificado de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Un reporte de The Washington Post (WaPo) basado en dicho informe señala que los oficiales ucranianos "incluso pensaron en un ataque marítimo con [explosivos] TNT en la ciudad portuaria de Novorossiysk, Mar Negro, una operación en gran medida simbólica que, sin embargo, demostraría la capacidad de Ucrania para golpear en lo más profundo del territorio enemigo".
Según el WaPo, funcionarios estadounidenses seguían en secreto los planes de los ucranianos pues a la Casa Blanca le preocupaba que la incursión en territorio ruso "pudieran provocar una respuesta agresiva del Kremlin".
El 22 de febrero, dos días antes del aniversario —dice la nota del WaPo—, la CIA difundió un nuevo informe clasificado: La HUR "había acordado, a petición de Washington, aplazar los ataques" contra Moscú. Los documentos, parte de un tesoro de información clasificada supuestamente filtrada en un servidor de juegos por un miembro de 21 años de la Guardia Nacional, no explican con precisión quién intercedió y por qué los ucranianos aceptaron retirarse.
De esta manera el medio estadounidense intenta vender la versión de que el gobierno de Ucrania, "deseoso de llevar la lucha a territorio ruso, se ve a veces frenado por Estados Unidos, que ha tratado de evitar que el conflicto se convierta en una lucha directa entre fuerzas estadounidenses y rusas".
"Algunos funcionarios estadounidenses consideran que los ataques contra Rusia, sobre todo si implican armas suministradas por Estados Unidos, son operaciones muy arriesgadas que el presidente ruso Vladímir Putin podría considerar tan amenazadoras que recurriera al uso de armas nucleares tácticas.
"Sin embargo, en Rusia siguen produciéndose misteriosas explosiones y ataques con aviones no tripulados. Las autoridades ucranianas se muestran a menudo tímidas sobre los incidentes, insinuando que son responsables sin atribuirse directamente el mérito".
A pesar de que Zelenski negó que Kiev asaltara el Kremlin vía drones, el ejército ucraniano ha confirmado —de facto— el uso de aviones no tripulados y del terrorismo para sus fines en la guerra con el apoyo logístico y financiero de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).