La Unión Europea (UE) se propone lanzar una ofensiva diplomática por Latinoamérica. Se espera que en junio la jefa de la Comisión, Ursula von der Leyen, emprenda una gira por Brasil, México, Argentina y Chile. Asimismo, se reunirá el 17 y el 18 de julio en Bruselas con los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 países del bloque europeo y los países de América Latina y el Caribe (Celac).

Según El País de España, la visita que está realizando el alto representante Josep Borrell a Cuba forma parte de ese plan. Esta suerte de cruzada por América Latina tiene el objetivo de "reconquistar" el territorio ante el avance de China, que poco a poco ha ganado influencia geopolítica en la región. 

Lo que con eufemismo llaman "resignificación del papel de la UE en América Latina" no es más que un intento forzado por "recomponer las piezas en la geopolítica mundial". Según los europeos, la premisa de la gira es el fortalecimiento de alianzas entre países para promover la democracia, la seguridad, la disminución de las desigualdades y el respeto por los derechos humanos.

Cómo no sentir que pierden terreno si China ha hecho 26 grandes inversiones entre 2000 y 2020. A esto hay que añadir que el país asiático incorporó 21 países a su Nueva Ruta de la Seda. En ese sentido, habría que preguntarse qué tiene que ofrecerle la UE a Latinoamérica.

La UE sí necesita de las materias primas de este continente, imprescindibles para desarrollar el proyecto de la "economía global verde". Sobre todo el litio, cuyas reservas en Bolivia, Chile y Argentina alcanzan 60% del total en el mundo.