Mar. 03 Diciembre 2024 Actualizado 4:44 pm

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Washington cierra parcialmente las fronteras para la migración venezolana (Foto: José Luis González / Reuters)
Explicación de una medida antimigratoria

Por qué Biden "cierra las fronteras" a migrantes venezolanos

Este 12 de octubre la Misión Diplomática de Estados Unidos en México publicó las nuevas condiciones de su nueva política migratoria para que 24 mil ciudadanos venezolanos y sus familiares directos se muden a territorio estadounidense.

La orden no tiene precedentes para Venezuela, aun cuando en años recientes el tema migratorio venezolano estuvo en las principales agendas del hemisferio occidental, debido a la limitación de ingresos oficiales a través de la frontera terrestre con México.

Básicamente, intenta frenar la ola de migración que proviene desde el Tapón del Darién, una región selvática y pantanosa ubicada en la franja fronteriza entre América del Sur y Central, que ha estado en los principales discursos mediáticos durante las últimas semanas, promocionando aún el tópico del "desastre humanitario" en Venezuela, sin considerar que la mayoría de las caravanas de venezolanos provienen de Colombia y otros países de la región, no directamente de territorio venezolano.

De acuerdo con el comunicado del Departamento de Seguridad Nacional, justifican esta medida porque:

"Casi cuatro veces más venezolanos que el año pasado intentaron cruzar nuestra frontera sur, poniendo sus vidas en manos de despiadadas organizaciones de contrabando. Mientras tanto, la migración irregular procedente del norte de Centroamérica se ha reducido en una cuarta parte con respecto al nivel registrado el año pasado. Las acciones que Estados Unidos y México anuncian hoy tienen como objetivo abordar la migración irregular más aguda y ayudar a aliviar la presión sobre las ciudades y los estados que reciben a estas personas".

En detalles, estas son las condiciones de la medida, publicadas por los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos.

  • Ser un ciudadano venezolano o su familiar directo.
  • Tener un pasaporte válido para viajes internacionales.
  • Estar fuera de Estados Unidos.
  • Tener un patrocinador en Estados Unidos que llene una forma I-134.
  • Pagar su propio transporte aéreo.
  • No ser un menor de edad solo.
  • No ser residente permanente o tener segunda nacionalidad de otro país (no aplica a familiares directos de un venezolano elegible).
  • No haber sido removido de Estados Unidos en los últimos cinco años ni tener prohibición de entrada.
  • No haber cruzado ilegalmente la frontera de Estados Unidos después del 19 de octubre.
  • No haber cruzado ilegalmente las fronteras de México o Panamá después del 19 de octubre.
  • Estar vacunado y cumplir otros requerimientos de salud pública.
  • Haber cumplido una revisión robusta de seguridad.

En definitiva, migrante venezolano que no tenga autorización oficial del gobierno estadounidense no podrá ingresar por México. Esto cambia el paradigma migratorio para muchos ciudadanos que buscaban ampararse en los recursos de asilo para no caer bajo el Título 42, que permite deportar masivamente a inmigrantes ilegales a través de los tribunales migratorios. Esta realidad cambió, como ya se ha reportado.

"Cierren las fronteras"

Desde el comienzo de su gobierno, la administración Biden ha revisado y liberado a más de 1 millón de inmigrantes que cruzaron la frontera de forma irregular, dándoles permiso temporal para permanecer en el país hasta la asunción de un proceso de deportación en los tribunales de inmigración. Washington también ha expulsado a migrantes más de 2 millones de veces bajo la autoridad de la regla de salud pública.

De ahora en adelante, esta situación pretende cambiarse con la medida emitida el 12 de octubre, en específico para los naturales de Venezuela.

"Estas acciones dejan claro que hay una manera legal y ordenada para que los venezolanos entren a Estados Unidos, y la entrada legal es la única manera", dijo el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro N. Mayorkas.

"Aquellos que intenten cruzar la frontera sur de Estados Unidos de forma ilegal serán devueltos a México y no podrán acogerse a este proceso en el futuro. Aquellos que sigan el proceso legal tendrán la oportunidad de viajar con seguridad a Estados Unidos y ser elegibles para trabajar aquí".

Se trata de un mecanismo soft que pretende que el aparato estatal de Estados Unidos preserve su soberanía sobre la cuestión migratoria al mismo tiempo que adopta unas "reglas" comunes para la gestión de los grandes desplazamientos humanos junto a México.

Estados Unidos ha recurrido al gobierno mexicano para lograr una acción conjunta, con el fin de lograr contener el flujo migratorio venezolano. México ha aceptado una vez más la petición de Washington de recibir miles de migrantes y solicitantes de asilo adicionales en sus ciudades fronterizas.

Pero también esta medida da final a la llamada política de "fronteras abiertas" tan preconizada por el tándem de Joe Biden y Kamala Harris, al menos respecto a ciudadanos venezolanos. Si bien ya se venía dando un trato diferente: presuntamente más de 150 mil venezolanos han sido detenidos en la frontera suroeste de Estados Unidos desde octubre de 2021 hasta finales de agosto de 2022.

De hecho, ha vuelto el desembolsillo de Washington en "ayuda" a 21 países que participaron en la Cumbre de las Américas en junio reciente, por el orden de los 817 millones de dólares, buena parte para el apoyo de "migrantes y refugiados venezolanos" y a los países que los reciben.

Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), poco más de 4 millones de migrantes venezolanos sufren un grave cuadro de inseguridad alimentaria, laboral y habitacional. El contexto económico y social de la mayoría de los países en la región sudamericana han dado motivos a esta población, si se aceptan los números, para su desplazamiento cada vez mayor hacia el norte, siendo Estados Unidos todavía la mayor aspiración de muchísimas personas en busca de estabilidad, y por ello arriesgan el paso a través de Colombia, Panamá, Costa Rica, México y otros estados centroamericanos.

Presión en dos frentes

A pocas semanas de las elecciones de medio término en Estados Unidos (midterm elections), la administración Biden busca efectuar distintas medidas en diferentes frentes para atenuar el descontento general que existe entre la población de los estados fronterizos por la situación en las fronteras sureñas.

Venezuela ha estado en el fuego cruzado de los debates políticos estadounidenses, sea por el tópico migratorio, ya sea por la política exterior de Washington hacia la República Bolivariana, y con ello se espera conseguir réditos electorales a corto y mediano plazo.

El envío de migrantes venezolanos en Estados Unidos, de estados gobernados por los republicanos como Texas y Florida a "estados santuarios" como Massachusetts, Nueva York y California, fue una acción política recurrente en septiembre pasado que provocó la reacción del gobierno demócrata, cuyo resultado más palpable es la nueva medida de ingreso para ciudadanos de la República Bolivariana.

Pero mientras los motivos políticos dentro de Estados Unidos toman relieve, la variable de diálogo y negociación entre Washington y Caracas también se encuentra definida en este escenario, pues la presión por el mercado petrolero internacional y el flujo migratorio los están llevando a tomar acciones que intenten contribuir a mitigar ambos factores para la estabilidad norteamericana, no sin el riesgo de que no tengan los efectos deseados.

En este sentido, la desesperación es notable. El embajador estadounidense en Colombia, Francisco Palmieri, pidió a los residentes venezolanos en Necoclí, localidad en el departamento colombiano de Antioquia, que no cruzaran el Darién. De acuerdo con la Defensoría del Pueblo del país andino-caribeño, hay actualmente 9 mil migrantes esperando poder cruzar la ahora famosa selva pantanosa que limita Colombia con Panamá.

Sería paradójico que el actual gobierno de la Casa Blanca establezca nuevas normas migratorias para venezolanos que se asemejen a las de su antagonista Donald Trump si desea pulir sus relaciones con Venezuela, sin embargo, desde el New York Times se toma como un paso más hacia el "alivio" sancionatorio para la República Bolivariana, pues los intereses en materia de seguridad, economía y migración son compartidos por los países afectados por las consecuencias del bloqueo antivenezolano, entre ellos Colombia, México y los propios Estados Unidos.

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