Desde que inició el cronograma electoral venezolano de cara a los comicios presidenciales pautados para el 28 de julio, no ha habido consenso en la oposición para elegir a una figura que los represente. Esa realidad, por decirlo de una forma amable, la estamos observando desde el mismo momento cuando se plantearon las primarias, agudizada desde que el Consejo Nacional Electoral comunicó al país la fecha de la susodicha jornada.
Las palabras que pudieran describir de mejor manera el ambiente que dentro de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) se vive en estos momentos son, sin duda alguna, incertidumbre, intrigas y amenazas por parte de un liderazgo que no sabe dejar sus profundas diferencias a un lado y proponer a sus seguidores una opción para los comicios del 28 de julio.
Como un nuevo capítulo de ese entramado se presenta la finalización, el próximo 20 de abril, del lapso para la modificación y sustitución de las candidaturas que aparecerán en la boleta de votación, aunque la historia que signó las postulaciones parece repetirse.
En la víspera de las inscripciones afirmamos que la división en la oposición era evidente porque, por una parte, María Corina Machado continuaba con su relato de proyectarse como líder absoluta de la oposición, aun cuando estuviera inhabilitada legalmente para ejercer cargos públicos, y, por otra, la falta de firmeza de otros candidatos para abrir el debate y asumir el liderazgo por temor al linchamiento mediático.
La tensa relación entre Machado y la PUD se evidenció nuevamente en el proceso de postulaciones. En lugar de respaldar a un candidato proveniente de esa instancia o de las primarias, ella optó por apoyar a Corina Yoris, una académica de 80 años que ni siquiera se presentó como candidata, lo cual confirma el distanciamiento entre Machado y los liderazgos de los partidos políticos tradicionales.
A la fecha, la oposición tiene inscritos 12 candidatos: Luis Eduardo Martínez, AD; Daniel Ceballos, Arepa; Antonio Ecarri, Lápiz; Juan Carlos Alvarado, Copei; José Brito, Primero Venezuela; Benjamín Rausseo, Confederación Nacional Democrática; Javier Bertucci, El Cambio; Claudio Fermín, Soluciones para Venezuela; Luis Ratti, Derecha Democrática Popular; Enrique Márquez, Centrados; Manuel Rosales, UNT; y Eduardo González Urrutia, MUD. No obstante, María Corina Machado sigue de gira por el país como si estuviera en campaña, vendiendo una posibilidad negada de poderse cambiar la candidatura hasta 10 días antes de las elecciones.
Los reflectores han estado puestos en estos últimos 20 días en las posibles conversaciones que Manuel Rosales y María Corina Machado puedan mantener a fin de concertar una candidatura unitaria de cara a las elecciones del 28 de julio. En este sentido, se espera que haya una reunión entre ella, el gobernador del estado Zulia y los partidos que conforman la PUD en aras de conversar sobre tal propósito. La cita estaba pautada para el fin de semana, pero no se produjo.
“Hemos hecho diferentes intentos para concretar la reunión tripartita ya que la mayoría de los partidos de la PUD están de acuerdo con la urgencia del evento, y están dispuestos a llevarla a cabo; sin embargo, aun no se ha materializado”, refierió Primero Justicia el 13 de abril.
Este lunes 15 de abril el líder de la PUD, Omar Barboza, dijo que hasta el momento no había concierto entre Machado y Rosales para una reunión con la plataforma: “Hubo una propuesta de María Corina Machado para reunirnos todos, pero eso aun no ha sido acordado. Pedimos que se transmita tranquilidad a la opinión pública mientras se resuelven estos temas internos”, señaló.
La imagen que queda es que ni siquiera quien dirige la Plataforma Unitaria sabe a ciencia cierta cuándo se dará el encentro, los medios de comunicación siguen fungiendo como los voceros de la oposición y la inhabilitada se sigue asumiendo como líder absoluta. Incluso proyecta que tiene el poder para llamar a Rosales para que se reúna con ella, como si estuviera en condiciones para hacerlo.
Machado ha dicho abiertamente que no hay confianza entre ella y el candidato Rosales. Asimismo ha insinuado que de alguna manera el líder de UNT es el impuesto por Maduro, con lo cual se estaría traicionando lo que se votó el 22 de octubre cuando se realizaron las primarias.
Por su parte Manuel Rosales ha señalado que hay sectores muy cercanos a la inhabilitada, del partido Vente Venezuela, que están apostando a una estrategia que privilegiaría la abstención y la violencia, lo que ha generado una ola de reacciones, empezando por el mismo equipo de Vente, que ha negado la acusación.
Lo cierto es que hasta el sábado tienen chance para hacer modificaciones y lo más probable es que, como se hizo con las postulaciones, todo se decidirá en el último minuto y a las carreras. Mientras tanto seguirán los pronunciamientos, reproches y presión para que se imposte una imagen de "unidad" en una oposición cada vez más dividida y enfrentada.
En esa línea Antonio Ecarri, otro de los candidatos opositores, afirmó que la PUD ha construido una "costra política" que decide las cosas a la sombra y por medio del chantaje. También dijo que a los venezolanos se les imponía lo que se decide bajo esa lógica, con la imagen de unidad.
En ese contexto de división un grupo de intelectuales, religiosos, así como representantes de la sociedad civil y empresarial, se ha congregado para exigir que se defina un candidato presidencial de la oposición. De la misma manera abogaron por el levantamiento de las sanciones reconociendo que le han hecho un gran daño a la población venezolana.